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Destacan Paco Perlaza y Moreno Muñoz

GALERÍA DE VERÓNICA SIERRA-ALMA DE TORERO

Fotos: VERÓNICA SIERRA – ALMA DE TORERO

Esta era la tarde en la que la afición bogotana debía declararse como tal. Sin embargo apenas un cuarto del aforo se ocupó para ver a la terna nacional. Se han quejado de los precios, por elevados, pero lo que este domingo ha quedado en evidencia es que la escasa afición bogotana es torerista, y no solo eso, es torerista casi con idolatría excesiva por los de afuera. Hoy hubo un cartel de fuste, encabezado por los toros de la ganadería con más regularidad en Colombia en las últimas temporadas, pero no bastó, porque lo complementaron los nacionales. Quedó en deuda la afición y la empresa con más retos que ilusiones.

Moreno Muñoz tuvo un buen balance, una vuelta al ruedo que supo a poco después de torear despacio y barriendo la arena con la mano derecha al quinto toro de la corrida, que fue el que más transmitió a pesar de hacerlo en la querencia, porque manseó desde salida. Allí se fue a buscar el triunfo el torero, a imponerse y a sacar el fondo del santabárbara por el pitón derecho; un fugaz pasaje con la izquierda bajó la conexión pero de nuevo la derecha, con mano muy baja, lo redimió. Perdió la oreja que hubiera resultado de mucho peso. Al segundo también lo toreó bien, con reposo y la extensión de su brazo. El toro fue tardo pero humilló y se metió con clase en la muleta. La faena tuvo intermitencias en temple y ligazón. Pocos pero hondos naturales. De nuevo el infortunio con los aceros, cambiando un triunfo por un saludo.

A Paco Perlaza el palco le negó una oreja del cuarto, al que toreó con temple a la verónica y remató con media y recorte torero a una mano. El toro fue encastado pero le faltó clase y entrega. Perlaza hizo un esfuerzo importante y firmó una labor de paciencia, técnica y pundonor. Por el pitón derecho consiguió sujetar al toro, que quiso rajarse. No era un toro para el arte, era para la brega y el oficio, y Perlaza lo tiene, lo que también se reflejó en el espadazo que hizo rodar sin puntilla al de Santa Bárbara. Al primero de la tarde, que no fue claro de salida y desarrolló más violencia que bravura tumbando el caballo de Rafael Torres, no pudo torearlo con ligazón y la faena se hizo pesada para los aficionados que le reclamaron asiento en los muletazos cuando el toro repetía con franqueza. Hubo firmeza del torero, que también lo intentó pero sin suerte con la izquierda.

A Luis Miguel Castrillón le faltó toro en su primer turno y poco se puede contar de ello porque el manso se defendió con violencia y nada más. Con el que cerró la corrida no se acopló Castrillón y el que terminó imponiendo sus condiciones fue el toro. El público se incomodó con la lidia errática del torero, que con toques fuertes y toreando a media altura no logró revertir la situación. Pinchazo caído, una estocada casi entera y tendida y dos fallos con el descabello antes de que el toro doblara, exasperaron al público que despidió con dureza al antioqueño.

Bogotá (Colombia), domingo 4 de febrero de 2018. Tercer festejo de la Feria de la Libertad. Toros de Santa Bárbara, muy bien presentados, encastados y de buen juego, aunque de corta duración. Aplaudidos en el arrastre todos excepto el tercero, que fue pitado. Paco Perlaza, silencio y vuelta al ruedo tras fuerte petición; Moreno Muñoz, ovacion con saludos tras aviso y vuelta al ruedo; Luis Miguel Castrillón, silencio y pitos. Entrada: Un cuarto de plaza. Saludaron por sus pares al segundo Wilson Chaparro y Emerson Pineda; en el cuarto saludaron John Jairo Suaza y Hernando Franco, y Carlos Garrido por sus pares al quinto. En el sexto fue aplaudida la vara de Clovis Velásquez.