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Diego Ventura: “Ha sido una pena pinchar el triunfo”
Diego Ventura, que regresaba el domingo de nuevo a la Monumental Plaza México, perdió las orejas en su primero por culpa de haber fallado con el rejón de muerte tras una faena sobria, de gran pureza y temple. El sevillano cambió el tercio con un único rejón de castigo que colocó al quiebro con “Chocolate”. Colocó banderillas con “Revuelo”, clavando con pureza al estribo. Toreó a caballo con mucho temple y al hilo de las tablas llevó pegado a la grupa al toro en un momento de gran pureza. Levantó al público de sus asientos con “Wellington”, con el que quebró de manera ajustada en el centro del ruedo. El sevillano clavó dos pares de banderillas con “Remate”, un precioso lusitano albino, con el que preparó las suertes con el passage, piaffe y un balanceo muy vistoso. Clavó dos cortas metiéndose mucho en el terreno del toro. La lástima fue que pinchara en varias ocasiones perdiendo cualquier posibilidad de premio. Echó pie a tierra para descabellar con acierto.
Comenzó su primera faena José Luis Angelino toreando muy bien a la verónica a un toro de La Punta que salió con mucho brío. Quitó por chicuelinas ajustadas y luego banderilleó con facultades. Brindó su faena a Manuel Caballero. En las primeras tandas el toro demostró muy buena condición, pero no hubo entendimiento entre los dos protagonistas y la faena se vino a menos.
Joselito Adame se impuso con determinación y agallas a un toro áspero, complicado y nada claro de La Punta que volteó al torero de fea manera cuando iniciaba su faena de muleta en pases cambiados por detrás. El torero fue corneado en el pecho aunque aguantó impávido en la plaza. A partir de ese momento el público se volcó con el torero que estuvo muy firme y por momentos corrió la mano con mucho temple. Tras una faena corta epilogada con valientes manoletinas, Adame dejó una estocada entera en buen sitio que fue suficiente. Cortó una oreja y pasó a la enfermería tras pasear el trofeo.
Manseó de salida el segundo toro del lote de Diego Ventura, que hizo caso omiso a “Buenavíbora” e incluso saltó hasta en dos ocasiones al callejón. Embistió a arreones y de manera descompuesta en banderillas y el sevillano no pudo dejar ninguna banderilla a lomos de “Nazarí”, que nunca se entregó y no le dejó pasar al rejoneador. Abrevió y mató de manera eficaz con “Califa”.
Jose Luis Angelino no se confió con su segundo oponente, un toro muy parado y que nunca embistió metido en la muleta. El tlaxcalteca pasó un calvario con la espada y descabello, escuchando los tres avisos. Intentó cambiar el al ambiente hostil del público recibiendo a portagayola al que mató por Joselito Adame. Pareó Angelino con más voluntad que acierto y le faltó apostar más en la faena de muleta. De nuevo volvió a estar desacertado con la espada.
Diego Ventura regaló el sobrero, de Julio Delgado, que tuvo calidad. Colocó tres farpas de castigo a lomos de “Chocolate”. Lo mejor llegó con “Nazarí”, caballo con el que Diego Ventura templó a dos pistas de una manera inverosímil a un toro que tuvo calidad y buen son. Con “Milagro” destacó en dos terra a terra previos a dos buenos quiebros en el centro que tuvieron limpieza. Colocó con “Califa” un carrusel de cortas, la última al violín, asomándose al balcón y haciendo la suerte del violín que hizo levantar al público de sus asientos. Pinchó al primer encuentro antes de dejar un certero rejonazo y se le esfumó la oreja.
Toros de Rancho Seco para rejones y La Punta para la lidia a pie. Diego Ventura: Ovación, silencio y palmas de despedida. José Luis Angelino: Silencio y pitos tras tres avisos y pitos en que mató por Adame; Joselito Adame: Oreja en el único que mató por resultar herido. Entrada: Menos de media. Adame sufrió, según dice el parte médico, “una cornada en el lado derecho del tórax de 15 cm. que entra debajo de la tetilla hasta la axila. Lesionó músculos y aponeurosis de la región, que contundió el paquete vascular (no penetrante de tórax). Fue operado en la enfermería de la Plaza México y se le reconstruyó parte del pezón y posteriormente trasladado al Hospital Ángeles Mocel, donde permanecerá bajo vigilancia y tratamiento médico entre 24 y 48 horas”.
