EL PALCO

Doce definiciones de bravura

Rafael Comino Delgado
domingo 03 de enero de 2021

Algunas de las definiciones de bravura que se han publicado son:

  1. “Bravura es la capacidad de luchar hasta la muerte, por tanto, a lo largo de toda la lidia”, dijo Juan Pedro Domecq y Díez en entrevista publicada en la revista El Ruedo, nº 746, año 1958. Es por ello que para valorar y calificar al toro debe tenerse en cuenta su lidia en todos los tercios. Ello dio lugar al nacimiento del concepto “Bravura integral”, que más tarde acuñaría Juan Pedro Domecq Solís (página 148 de su libro), es decir, durante toda la lidia y no solo en el tercio de varas, como solía hacerse antiguamente.
  2. “La bravura es una misteriosa cólera que poseen solo los toros bravos, de morir sin ceder y atacando. Debe aceptar la lucha y entregarse a ella sin vacilación, sin extraños. Es una fuerza ciega y sin el más mínimo atisbo de que pudiera ser un retroceso, una debilidad”, afirmó Álvaro Domecq y Díez.
  3. “Un toro bravo es un hermoso y orgulloso animal que ataca siempre, sin el menor resquicio de miedo”. “La bravura consiste en ir siempre donde le llaman y se complementa con otros matices”, señaló Álvaro Domecq y Díez.
  4. “Un toro será tanto más bravo cuanto más embista a todo lo que se mueve en el ruedo delante suya, que es distinto a la embestida en oleadas para huir o defenderse”,  declaró Álvaro Domecq y Díez.
  5. “La bravura es la capacidad de lucha del toro hasta el momento de su muerte; son las ansias de embestir a lo largo de toda la lidia”, aseguró Juan Pedro Domecq Solís. En la página 106 de su libro, Juan Pedro Domecq dice exactamente: “Ahora sí que vamos a poder llamar bravura a la acción de acometer, el ansia de combatir sin pensar en otra cosa que el ataque… La acción de acometer se transforma en embestida y la capacidad de atacar se transforma en bravura”. Es decir, que resumidamente define la bravura como la acción de acometer, de combatir.
  6. “La bravura es el carácter de un toro para defender en la plaza su estatus, defenderlo embistiendo. Con una cualidad añadida imprescindible, que una vez que se le pueda se entregue”. Se entrega, pero no se defiende, sigue atacando, sostuvo Ricardo Gallardo en Aplausos, nº 2103. Continúa Ricardo Gallardo diciendo: “El que en vez de bravura tiene genio en lugar de entregarse protesta o se raja. El bravo no niega una embestida. Luego embestirá con más o menos clase, pero embiste. El bravo de verdad repite y va a más”. Completa su exposición añadiendo: “La casta es lo que da movilidad, lo que pone en marcha a la bravura”.
  7. “La bravura es la sensación de no sentirse podido nunca”, añadió Justo Hernández en declaraciones al diario El Mundo, 15-03-16. Y en entrevista concedida a Aplausos, nº 2048, Justo opinaba a este respecto que el “toro no es bravo ni manso, se comporta como bravo o como manso en un determinado momento y circunstancias. Será bravo mientras él quiera o pueda, y cuando siente que no puede más se comportará como manso”.
  8. “La bravura es la acometida, el ataque”; “la casta es la salsa de la bravura”, manifestó Adolfo Martín en Aplausos, nº 2043.
  9. Según Juan Ignacio Pérez-Tabernero en Aplausos, nº 2050, “bravura es acometer con ritmo y con largura, y además debe humillar”.
  10. “Es la capacidad de luchar hasta la muerte, con poder, fiereza y nobleza”, aseguró Victorino Martín hijo en Aplausos, 14-02-17). “La bravura sin nobleza no es bravura, es fiereza”, opinión ésta última discutible, pues si se analizan las dos afirmaciones hechas por el ganadero hay contradicción entre ellas.
  11. Álvaro Núnez dice: “El toro que defiende su terreno, que ataca y acomete y que cuando es castigado y cuando se le somete no huye, no se amansa, sino que lucha, se crece a tal castigo y transforma su acometida inicial en embestida. Eso es la bravura, todos los animales atacan, pero cuando se les castiga huyen, solo el toro bravo se crece al castigo”.
  12. Jose Carlos Arévalo, en el libro que ha publicado recientemente bajo el título “La Tauromaquia en tela de juicio”, define la bravura así: “La agresividad innata del toro que se resistió a la domesticación extremada y consolidada por una dirección genética y una mejora medioambiental gestionadas por el hombre”. Y añade: “Pero esa innata agresividad continúa siendo un misterio”.

El trabajo presentado por Jorge Ramón Sarasa en Aguascalientes se hizo utilizando el método Delphi, que consiste en designar un determinado número de personas expertas (en este caso fueron veinticinco ganaderos) a los que se les envían unas preguntas (en este estudio referido fueron: ¿qué es la bravura?; ¿qué es la casta?; ¿qué es la raza?; ¿la bravura es un instinto defensivo u ofensivo?, etc.) que contestan anónimamente y devuelven las respuestas para que todos las lean y modifiquen su respuesta si lo creen conveniente y así sucesivamente. En este estudio solo se enviaron dos veces. Las respuestas obtenidas fueron la siguientes:

  1. La respuesta sobre la definición de bravura más contestada fue: “Capacidad de luchar hasta la muerte con la condición de hacerlo con entrega (la contestaron el 38 %)
  2. La segunda más contestada fue: “La capacidad de acometividad con potencia, resistencia y nobleza”. Va de menos a más. Claro que ante esta definición uno se puede preguntar: ¿Entonces si no hay potencia o nobleza no es bravura? Sabemos que hay toros bravos que tienen poca fuerza, pero aun así embisten y se caen. El toro manso es difícil que se caiga porque no ataca y no se emplea.
  3. La tercera fue: “La bravura es la fijeza” (la contestaron el 25 %)
  4. La cuarta fue: “La continuidad” (la contestaron el 17 %)

Analizadas todas las definiciones que se han dado de la bravura, la mayoría son una exposición de las distintas formas de expresarse la bravura, pues el toro embestirá con más o menos clase, de una forma u otra. Así, un toro puede ser muy bravo, pero tener poca calidad o poca entrega en su embestida. Si decimos, como se entiende de la definición dada por Juan Ignacio Pérez-Tabernero, que bravura es la embestida con ritmo y largura, realmente lo que estamos es exponiendo cómo embiste el toro, no su bravura. O si decimos que bravura es la capacidad de embestir, de luchar hasta la muerte, lo que estamos exponiendo es la duración de la bravura, pues un toro puede, como decía Justo Hernández, actuar como muy bravo durante cinco minutos y después, por cansancio o por las razones que sea, dejar de luchar, no querer o no poder luchar más. Continuará.

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