Este sábado arranca la Feria de la Peregrina de Pontevedra. La ciudad gallega dirige el timón de un barco que estaría a la deriva si no fuese por la categoría y el rigor que lleva aplicando la familia Lozano a la gestión de esta plaza desde que se hicieron con la propiedad del coso hace más de treinta años. Lejos de embarrancar en la dejadez, Pontevedra ha ido elevando el listón de afición y de festejos hasta convertirse en pleno siglo XXI en un escenario esencial de cada mes de agosto y abanderado de la fiesta de los toros en Galicia. “¿Secreto?, aquí no hay secretos. Para que las cuentas salgan y la afición esté satisfecha sólo hay una receta que es el trabajo, la comunicación y el conocer los entresijos de cada plaza”, defiende Eduardo Lozano, piedra angular, junto con sus hermanos, del desarrollo de esta plaza y de esta feria.
“Cuando le compramos la plaza a Julio Suso que fue quien la dirigió después de la familia Dominguín, Pontevedra tenía una única peña y daba simplemente una corrida de toros y un espectáculo cómico. Poco a poco a base de trabajo hemos logrado consolidar un abono dividido en dos fines de semana y ahora mismo hay muchísimas peñas”, recuerda el empresario antes de poner de relieve un matiz importante: “Estos últimos años que muchas plazas han reducido espectáculos por la crisis, nosotros sabíamos que no podíamos hacer algo así en Pontevedra. Lo hablamos con las peñas. De haber quitado festejos nos estábamos jugando la salud de la plaza y hubiese sido un paso en falso. No lo hicimos y el año pasado se defendió muy bien la feria y este año tras cerrarse la compra de abonos hemos aumentado”.
UNA FERIA REMATADA
Cuatro festejos de primer orden componen el ciclo gallego. Lo mejor de lo mejor. No hay otra fórmula para sostener en la vanguardia esta plaza y esta afición. “La feria de este año está basada en la variedad. Hemos reunido a los tres toreros que han salido a hombros en Madrid: Miguel Ángel Perera, Fandiño y Luque; y luego, hemos repetido la programación de una corrida de rejones con Ventura, que aquí tiene el máximo cartel y que gustó mucho el año pasado; y no puede faltar una corrida de corte más mediático con Padilla, Abellán y El Fandi que tiene mucha fuerza entre los jóvenes”, analiza Eduardo Lozano. “Un punto clave es el toro. En Pontevedra quieren ganaderías buenas. Lidiamos un toro bonito pero armónico de hierros de primera fila como Victoriano del Río, Alcurrucén, San Mateo para rejones y la novedad de este año que es Santiago Domecq”, detalla antes de asegurar que Pontevedra y su feria taurina no están amenazadas: “Pontevedra no está amenazada porque goza de muy buena salud. Las alimañas sólo atacan a la res que camina la última en el rebaño porque se encuentra enferma”, sostiene.
“El noventa por ciento de las plazas que dicen que son malas es por culpa del empresario. No hay plazas buenas o malas sino empresarios buenos y malos. Todas las plazas tienen su fórmula para funcionar, pero hay que trabajar y dar con ella. Hoy en día se ven plazas vacías con precios muy caros. ¿Cómo va ir así la gente?”, detalla. “Lo que hay que cuidar mucho son los precios, hay que oferta un baraja atractiva, al alcance de todos los bolsillos. Estamos de acuerdo que si montas un cartel con tres figuras no pueden bajar en exceso el precio pero siempre se puede buscar algo para que todo aquel aficionado que quiera ir a los toros tenga una entrada que se adapte a su situación económica”, concluye.