Fotos: Carmen Moya
En primer lugar salió un toro de Núñez del Cuvillo que embistió con prontitud al capote de Daniel Luque. Se lució el torero en el saludo a la verónica y en el posterior quite por chicuelinas. Con la muleta y en el inicio toreó primorosamente con muletazos por ambos pitones. La primera serie tuvo mando y poder, sometiendo al de Núñez del Cuvillo. De igual guisa la segunda tanda, ligando los muletazos y corriendo la mano.
Le dio tiempo al toro para a continuación pegarle una extraordinaria serie de pases naturales. Ajustado y encajado en los riñones bordó una segunda tanda al natural. Sin la espada de ayuda, cuajó una soberbia tanda, ligada con las luquecinas que pusieron la plaza en pie. Gran toro de Núñez del Cuvillo que no se cansó de embestir. El final por ayudados tuvo torería. Pinchazo hondo y tres descabellos dejo el premio reducido a una calurosa vuelta al ruedo.
En segundo lugar salió un toro de Juan Pedro Domecq que estuvo justo de fortaleza y casta. Apenas pudo lucirse en algún lance suelto. Con la muleta y entre las protestas continuas del respetable, Emilio de Justo se intentó justificar en un trasteo sin brillantez por las continuas caídas del animal de Juan Pedro Domecq. Pinchazo y estocada. Silencio para el torero y pitada para el toro.
En tercer lugar salió un toro de La Quinta de preciosas hechuras que no paró de embestir desde que salió de chiqueros. Lo puso largo en el tercio de varas, arrancándose en ambas varas. Gran faena de Luque que cuajó de principio a fin al toro de La Quinta. Muy buenas resultaron sus tandas sobre el lado derecho, llevando cosido en la muleta al buen toro. Mediada la faena el toro perdió gas, empezando a quedarse corto saliendo distraído entré muletazo y muletazo. Daniel Luque le dio tiempo y distancia en una labor con contenido. Gran momento de Daniel Luque, que finiquitó su labor de estocada baja. Oreja.
El segundo de Emilio de Justo fue un toro de La Quinta, ovacionado de salida y que salió suelto en los primeros compases. Una vez fijado le enjaretó un soberbio recibo a la verónica, meciendo el capote y rematando con una eterna media verónica. Tomó dos puyazos. Realizó el extremeño una gran labor ante un toro que respondió a la exigente muleta del torero. Sobre el lado derecho se desmayó en series ligadas en un palmo de terreno, rematadas con pases de pecho de pitón a rabo. Al natural bajó un poco la intensidad dentro de un nivel muy alto. Se le vio disfrutando al torero, que remató su labor de pinchazo y estocada en buen sitio. Cortó dos orejas. El toro fue aplaudido.
En quinto lugar salió un toro de Juan Pedro Domecq al que recibió Daniel Luque con una larga afarolada y verónicas de rodillas. Tuvo buena condición el de Juan Pedro, lo que aprovechó el torero para realizar un trasteo de notable concepto que tuvo dos partes, una primera en la que aprovechó la nobleza y la inercia de las embestidas para torear de forma templada. El toro tiró por la calle de en medio, se rajó, se fue a tablas y allí, en los terrenos de chiqueros se pegó un sincero arrimón para rematar su tarde jienense. Mató de una gran estocada y para él las dos orejas.
El último fue un toro de Núñez del Cuvillo que hirió en el cuello al caballo en la única vara que tomó. Apenas picado, rompió a embestir en la rotunda y poderosa muleta de Emilio de Justo. Asentado en la arena le pegó las dos primeras tandas sobre la diestra. Al natural y en el centro del platillo de nuevo mostró su templada y poderosa muleta. Falló con los aceros perdiendo un gran triunfo. Ovación de despedida.
Jaén. Domingo, 18 de octubre de 2020. Toros de Núñez del Cuvillo (1º y 6º), Juan Pedro Domecq (2º y 5º) y La Quinta (3º y 4º). Mano a mano. Daniel Luque, vuelta al ruedo, oreja y dos orejas; y Emilio de Justo, silencio, dos orejas y ovación. Entrada: Casi tres cuartos sobre el aforo permitido. Ambos toreros tuvieron que saludar ante la ovación del público. Saludaron frente al 1º Antonio Chacón y Juan Cantora; Juan Contreras en el 3º; Raúl Caricol en el 5º y José Chacón en el 6º.
