El Quiebro
Su majestad, César Palacios, de frente y de verdad. (Foto: Torodigital)Su majestad, César Palacios, de frente y de verdad. (Foto: Torodigital)

El Rey del quiebro

Ramón Bellver 'El Blanco'
domingo 15 de mayo de 2011

El 3 de abril de 2011 va a ser una fecha que pasará a formar parte de la humilde historia de la tauromaquia popular. El dia en que César Palacios de Almazora puso de acuerdo a todo el mundo en Castellón de que ha sido, es y será el numero uno de los recortadores…

El 3 de abril de 2011 va a ser una fecha que pasará a formar parte de la humilde historia de la tauromaquia popular. El dia en que César Palacios de Almazora puso de acuerdo a todo el mundo en Castellón de que ha sido, es y será el numero uno de los recortadores. Con el diez de los crack´s a la espalda salió a la arena de su plaza. Los nervios se disiparon nada mas ver trotar al berrendo en negro. Apuntaba buenas intenciones. César lo vio claro, y sin apenas moverse del centro del ruedo recibió al toro con un quiebro marca de la casa. A partir de ese momento, empezó a disfrutar de verdad el maestro. Con cada recorte, con cada quiebro, se transmitía al público que estaba disfrutando como nunca. Toreaba para sí mismo, no para demostrar nada a nadie. César ya no tiene nada que demostrar.

Lo he visto en muchas ocasiones levantar plazas enteras. Lo he visto recortar con una personalidad inigualable. Lo he visto templar a los animales recogiendo la pierna tras el quiebro a cámara lenta. Lo he visto lidiar, haciendo lo que pedía el animal en cada momento, tanto en la plaza como en las calles. Lo he visto sufrir con el dolor de las cornadas. Lo he visto disfrutar en el campo con una afición fuera de lo normal. Lo he visto parando el tiempo a la hora del embroque. Lo he visto triunfar a lo grande.

Porque no se trata de ganar concursos, no se trata de recoger ovaciones, se trata de disfrutar, de hacer lo que te pide el corazón, de sacar a pasear el alma con todo lo que tienes dentro, de transmitir el sentimiento. Y eso el de Almazora lo hizo ese día a la perfección. Como los grandes maestros del toreo cuando se crecen en las citas importantes. No era fácil el compromiso. Era una responsabilidad. Él no quería fallar a su plaza, y no lo hizo.

Tu gente, tus amigos, tus familiares y el mundo del toro en general, te damos las gracias por regalarnos momentos inolvidables delante de los toros. Eres un verdadero torero, con personalidad, valor y temple. Enhorabuena maestro, siéntete orgulloso, porque como tú lo haces, no lo hace nadie. Eres y siempre serás el rey del quiebro.

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