Palencia rindió un sentido homenaje al maestro Pedro Giraldo, uno de sus hijos más ilustres en el cierre de San Antolín. Fue en la goyesca que homenajeaba a su figura y en la que la Diputación de Palencia entregó una placa conmemorativa a su familia, presidida por la entrañable y querida fotógrafa taurina Muriel Feiner, en reconocimiento al matador de toros que fuera su esposo, fallecido el pasado mes de mayo. A él le brindaron el mejor tributo Manzanares, Roca Rey y Ginés Marín, en un auténtico broche de oro a la feria.