Las despedidas suelen ser ocasiones que incitan a la nostalgia, y más cuando sirven para poner un punto y final a muchos años de unión -y 89 años lo son – como es el caso del Bombero Torero, personaje que ha hecho reír a varias generaciones de aficionados de todos los países taurinos del mundo. Pero no se fue por la puerta de atrás, sino por la grande, concitando el interés y la enorme atención mediática que merece un espectáculo cuyo germen se gestó allá por el año 1928. Un adiós a la altura de la trascendencia que han tenido en la Tauromaquia.
El germen del espectáculo del Bombero Torero fue un festival celebrado en Madrid en 1928 a beneficio de niños rusos afectados por la Primera Guerra Mundial
– Rafael Celis: “Me voy con la satisfacción de haber contribuido a entrar en la historia del toreo, aunque solo sea en un rinconcito pequeño hemos hecho cosas importantes”
– Rafael Celis: “Cuando mi abuelo empezó esta aventura no había la oferta de ocio que hoy día sí hay. El Bombero Torero triunfó por su originalidad y simpatía”
– Rafael Celis: “Se trata de hacer reír no por lo que son los enanitos, sino por lo que hacen ante los becerros. Y lo hacen sin ningún complejo, lo cual les engrandece como personas”
– Rafael Celis: “Lo que ha terminado es el personaje del Bombero Torero, que es una marca registrada. Pero el toreo cómico continúa”
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