Vitaminas. Un chute real. El toreo late y emociona. El toreo está vivo. Es de este tiempo por si alguien lo dudaba. Ha sucedido en las Fallas. Se cumplieron los pronósticos. ¿Se acuerdan?… Salieron los carteles a la luz y todos asintieron, asentimos, sí, gran feria, fue como un presentimiento ahora felizmente cumplido. Otras veces, incluso con grandes carteles de por medio, no había habido tanta unanimidad ni final tan feliz, así que hay que pensar en el buen trabajo y en fuerzas ocultas que empujaban hacia el éxito. En una semana, en cinco días como quien dice se ha hecho más por el toreo que en todas las reuniones, contubernios, lobbies, presiones, pentauros, sindicatos y demás iniciativas invernales. El éxtasis se llevó el pesimismo, los medios generalistas iban subiendo su atención a medida que crecía el calor ambiental, las caras conocidas, políticos incluidos, se iban haciendo más y más frecuentes, Simón entraba toro a toro en trance emocional… han sido días de vino y rosas pendientes de que llegue alguien y lo desbarate que llegará dicho sin el menor ánimo derrotista. Siempre hay un listo contra un triunfo. De momento en Valencia hemos cogido, ya tocaba, la buena ola. Digamos que el toreo se rearmó ante lo que se avecina.
ENTRAR AL TRAPO
