España partida en dos…

Concentración total. Arriba el telón. Olivenza y Castellón a un Aplausos vista, una semana. Dos ferias de mucho cuajo y bien caídas, convertidas en eje peninsular. España partida en dos, a un lado los aficionados y a otro… los aficionados. De la raya de Portugal a la raya del Mediterráneo. Como debe ser. Como fue siempre. Si hay algo que celebrar, toros. Concentración total. Arriba el telón. Olivenza y Castellón a un Aplausos vista, una semana. Dos ferias de mucho cuajo y bien caídas, convertidas en eje peninsular. España partida en dos, a un lado los aficionados y a otro… los aficionados. De la raya de Portugal a la raya del Mediterráneo. Como debe ser. Como fue siempre. Si hay algo que celebrar, toros. Las dos ferias tienen varios puntos calientes. Por ejemplo, Juli. Caliente con motivos. No le están dejando celebrar su vigésimo aniversario -¡veinte años no son nada! deben de estar pensando algunos y se equivocan, son una barbaridad al ritmo que los ha vivido Juli- digo que no le están dejando celebrar cumpleaños tan referencial como quisiera y donde quisiera, como si tal logro estuviese al alcance de cualquiera. La venganza me la imagino, se va a poner hecho una furia, un basilisco. En realidad, como siempre que se calza la taleguilla. Lo de Bogotá lo han calificado de histórico. Es un aviso. En Olivenza se ha echado uno de Victorino, no será la única vez que maneje resortes de máximo impacto. El tema Juli va a tener recorrido. En Valencia no está y en la última etapa de cocción de los carteles de Madrid su nombre es un misterio o una nebulosa. Las señales son que no estará, pero el silencio de las partes es un resquicio a la esperanza. Como si todavía no quisiera nadie estropear el baile del que no se sabe si es a ritmo de minué o de chotis, si es dulce agarre o un agarrón. El desenlace será cuestión de horas.

…De la raya de Portugal a la raya del Mediterráneo, Olivenza y Castellón. Si hay algo que celebrar, toros. Como debe ser. Como fue siempre

En Castellón hay muchos alicientes pero quien más se la juega es Varea. Su situación necesita un rescate urgente que comience a solucionar la temporada. No es que en estas cuestiones se pueda decir ahora o nunca, pero urge. Tiene a favor su gente y el recuerdo de sus tardes grandes de tal manera que puede decirse que si lo hizo una vez, y dos y tres y muchas más, por qué no puede volver a hacerlo. Y tiene a favor que toreros de su corte siempre hacen falta. Habrá que estar pendientes. Habrá que ver cómo se desenvuelve en la urgencia. En sus primeras urgencias artísticamente vitales. Y volverá a estar Juli, que ya hace tiempo templó gaitas con este público; y estará Ponce, del que cabe decir lo mismo; y Talavante y Roca… buena feria.

Bien.- Por las campañas de promoción de las ferias. Las situaciones difíciles, la del toreo lo es, exigen reacciones importantes. O reaccionas o al hoyo. Y es lo que están haciendo, reaccionar. En este caso a la ausencia de promoción o a la promoción que no promociona, le ha sobrevenido una oleada promocional de las ferias desde los más variados soportes. Más allá de que unas acciones sean más acertadas que otras, gusten más o gusten menos, hay que ponerlas en valor. Nunca es tarde. El caso es que hemos pasado de la dormidera al activismo compulsivo. Lo de Castellón es un escándalo, hasta rozar la saturación. La Plana, empapelada en acción bien planeada. En Sevilla, donde los maestrantes, tan tradicionales ellos, con la cartelería se sueltan el pelo de la innovación hasta niveles de lo más temerarios, le han añadido esta vez un vídeo muy ocurrente. En Valencia, por su parte, tan avanzados los últimos años, han dado un paso al lado, han tirado del cartel de Mariano Benlliure que se utilizó para anunciar la reinauguración, que es una forma la mar de segura para no equivocarse y dieron en el corazón de las gentes.

…Y en las dos ferias un punto caliente sobre todos los demás, Juli. En Valencia no está y en la última etapa de cocción de los carteles de Madrid su nombre es un misterio o una nebulosa. El tema tendrá recorrido

Bien mal.- Que el colegio de veterinarios de Madrid haya suprimido el premio taurino es sectarismo puro y duro. Desvergüenza. No por la trascendencia del galardón, quite usted, hay muchos, sino por el significado de su decisión, por lo que tiene de desconsideración a los colegiados que aman la Fiesta; por los intereses espurios que se adivinan tras la decisión, hay que darle gusto exclusivo a las multinacionales de las mascotas y su clientela; también por lo que tiene de descaro después de tantos y tantos años, en realidad ahí siguen, exigiendo para sus colegiados una mayor presencia en los festejos a cuota fija.

Más que bien.- Peralta, don Ángel, cumple setenta y cinco años como rejoneador, porque el Centauro de la Puebla siempre será rejoneador aunque no se anuncie en las ferias de la misma manera que su apellido es sinónimo multicultural o se le valore como artísticamente multidisciplinar, maestro en el toreo, en la hípica, en la ganadería, en la ciencia veterinaria, en la poesía, en el relato, en la ecología, en las relaciones… Peralta, don Ángel, es un personaje desbordante, uno de los lujos de la Tauromaquia en el último siglo, así que cualquier reconocimiento lleva el marchamo de ¡Merecido y justo! El último ha sido el Commodore. Lógico.

Bien liado.- El proceso de concesión de Zaragoza sigue adelante. Finalmente fueron cuatro las plicas que se entregaron. Habrá que desearle suerte al ganador, que ya no podrá quejarse de las condiciones. Son las que ha aceptado y por las que ha competido. Seguramente porque les ve unas posibilidades económicas que los que se quedaron en casa no ven. Si es así será una alegría siempre que no suponga disminuir la calidad de la programación.

Bien guardado.- Me refiero a las combinaciones de Madrid. Donde gobierna Simón sigue imperando la cláusula de confidencialidad. En un empeño personal. Suyo, claro. No sé si escrito pero eficaz. Así que las filtraciones -salvo muy a última hora- son mínimas o interesadas y desde luego muy trabajadas por los compañeros.