Fallece Ángel Jiménez “Chicuelo III” de Albacete

Suena el teléfono. Hay días que uno desearía que Thomas Edison en vez del teléfono hubiera inventado la tortilla de patatas. ¿Diga…? ¿Paco Mora? Sí, diga, diga. Acaba de morir Angelito. Era la voz del primo de los Chicuelo de Albacete. Con Ángel Jiménez “Chicuelo III”, hermano del gran Chicuelo II, uno de los toreros más valientes de la historia del toreo, se va un miembro de la saga de los Chicuelo manchegos que inició aquel torero breve de estatura y gigante de corazón que llegó al toreo como un torrente de valor y entrega que lo hizo figura cumbre, capaz de mojarle la oreja al más pintado. Torero que murió en un accidente de aviación en el aeropuerto de Bahía de Montego (Jamaica) junto con su hermano Ricardo y varios miembros de su cuadrilla. En Jamaica aterrizaban para tomar el avión que los debía llevar a México capital.

Aunque oriundos de la provincia de Cuenca, los Jiménez Díaz se consideraron siempre albaceteños hasta la médula. Ya solo queda la hermana menor y Ricardo Sevilla Jiménez “Chicuelo de Albacete” -sobrino de Chicuelo II y Chicuelo III– de aquella numerosa familia que el gran Chicuelo II sacó de la pobreza con su valor y entrega que lo hizo figura cumbre del toreo.

Recuerdo cuando Ángel, siendo ya su hermano figura indiscutible, cuando debutó de novillero en Barcelona. Me llamó por teléfono y pasamos un par de días juntos. El primer día comimos en casa de una tía de la que sería mi esposa, Montse, que ya era mi novia y se encontraba pasando unos días en su casa. Era sábado y el domingo lo celebró Angelito con una magnífica actuación en La Monumental, bajo el sello del valor contra viento y marea del que habían hecho bandera los Chicuelo de Albacete. Hasta allá arriba Ángel, y no te digo en el cielo porque no es fácil igualaros en bondad y categoría humana. Y uno aún ignora adonde va a ir a caer…