Fallece Vicente Luna, el más artista de los aficionados a los toros

OBITUARIO
Redacción APLAUSOS
domingo 10 de octubre de 2021
A los 96 años, nos deja una de las figuras más emblemáticas de las Fallas que creó innumerables referencias a la tauromaquia en sus creaciones; fue autor de los trofeos que en la década de los ochenta concedía la Diputación de Valencia a los triunfadores de Fallas y Julio.

Vicente Luna, uno de los grandes artistas falleros, ganador en tres ocasiones del Primer Premio de la sección especial en la ciudad de Valencia, y autor de algunos de los monumentos más emblemáticos plantados en la plaza del Ayuntamiento, ha fallecido a los 96 años de edad. Fue integrante de la denominada “generación de los escultores de oro”, junto a Salvador Debón, Juan Huerta y Julián Puche.

Reconocido aficionado a los toros, en sus creaciones hay innumerables referencias a la tauromaquia. Pero antes probó suerte ante el toro, formando parte entre 1941 y 1946 de la cómica Banda del Empastre, actuando en la parte seria del espectáculo y llegando a debutar en la Feria de Julio de 1944. Fue también el autor de los trofeos que, en la década de los ochenta, la Diputación de Valencia concedía en las ferias de Fallas y Julio. Además, en 1992 creó el premio al “trasteo más dominador” de la Feria de Fallas.

En marzo de 2011, APLAUSOS le dedicó un reportaje, firmado por nuestro compañero Juan Cristóbal García y titulado “Artista fallero, artista torero”, que reproducimos íntegramente a continuación:

Vicente Luna encarna mejor que nadie la unión que hay en Valencia entre las fallas y los toros. Él es el decano de los artistas falleros, suyos han sido algunos de los monumentos falleros más recordados del siglo XX, siempre impregnados de su gran afición por la Fiesta, en la que también participó activamente como novillero en sus años de juventud. Por todo ello, en Vicente Luna se unen fallas y toreo para dar uno de los artistas valencianos más destacados de los últimos tiempos.

A sus 85 años Vicente Luna aún visita su taller con el mono de trabajo, “estoy jubilado pero sigo viniendo todos los días al taller por afición. Esto es mi vida y es lo que me da energía”, asegura mientras da forma a una escultura de una cabeza de toro. Sólo hace falta echar un vistazo al taller para darse cuenta de las dos grandes pasiones de Vicente. De las paredes cuelgan carteles de toros repartidos entre moldes y muestras de antiguos ninots de fallas. “Yo siempre he tratado en todo lo que he hecho de introducir algo de toros. Se me ha criticado incluso por ser demasiado taurino, pero siempre me han dado libertad para hacer la falla que yo quería, y lo que me gustan son los toros”.

Vicente vivió desde siempre el ambiente taurino. Su padre, carpintero de profesión, era un gran aficionado a los toros y seguidor de Juan Belmonte. Le llevaba a ver corridas desde muy pequeño y en 1922 entró a formar parte de los trabajadores de la plaza: “Él era el encargado de la puerta de la enfermería y de hacer las desencajonadas y muchas veces yo le acompañaba. Me crié siempre muy cerca de la plaza de toros de Valencia”, recuerda Vicente. A eso hay que sumar que su madre era natural de Montserrat, un pueblo de la huerta valenciana donde el toro es venerado y los toreros admirados por todos.

Con todo ello, Vicente probó suerte en el mundo de los toros. Entre 1941 y 1946 formó parte de la cómica Banda del Empastre, actuando en la parte seria toreando becerros y llegando a debutar en 1944 en la Feria de Julio. Allí compartió cartel con toreros como Manolo Cortés, El Choni o Pepe Catalán. “Era muy difícil llegar a ser torero. Hacían falta muchas cualidades”, confiesa Vicente. Pero su futuro no estaba en el albero y a los 25 años dejó los toros para dedicarse por completo a las fallas. Como anécdota, ese mismo año le dieron la “alternativa fallera” en su estreno como artista fallero en un festival que toreaban los artesanos del gremio.

Vicente debía saber que sus manos tenían la cualidad de hacer arte, sólo que tal vez no había encontrado la manera adecuada de hacerlo hasta que se dedicó a las fallas. En 32 años como artista fallero ha realizado centenares de ninots y docenas de fallas, catorce de ellas en la plaza del Ayuntamiento, que es el monumento más importante que se planta en la capital. Y siempre enarbolando la bandera de la Fiesta y siempre que tenía ocasión introduciendo el tema taurino. “Es que lo taurino da para mucho. Se puede hablar de toros, hubo una época que dio mucho juego que fue la del afeitado o la de El Cordobés, que toreaba lo que yo llamaba el “toro-mona”. Pero también sirve para hablar de política -prueba de ello son los ninots de Joan Lerma o Felipe González- o muchos otros temas”, señala el artista fallero.

No llegó a ser torero, pero es artista y cabría decir que valiente… “yo creo que sí. Para pasar la censura tantos años había que ser valiente…”. Como cada año, estas fallas Vicente Luna estará de nuevo en la plaza de toros de Valencia, ahora cargado con su cámara de fotos, su otra afición.

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