“Toreé con Pirata, Disparate, Napoleón, Donatelli… aunque con ellos tampoco se cortan las orejas solas”, declara el hijo de Pablo Hermoso de Mendoza.
“Siento el orgullo de ser hijo del mejor, pero también siento responsabilidad por ser hijo de quien soy”. Son palabras de Guillermo Hermoso de Mendoza tras debutar oficialmente en público el pasado domingo en la plaza de toros navarra de Estella cortando tres orejas. El hijo de Pablo Hermoso de Mendoza pasó esta semana por los micrófonos de El Toreo de la 99.9 Valencia Radio y aseguró que ésa será, de momento, su única actuación de la temporada: “Fue como un premio a mis buenas notas y hasta que no cumpla los 18 años no me dejan torear más. De momento, cumplo 17 este sábado y ya el año que viene empezaremos…”, avanzó Hermoso.
Guillermo acabó los estudios de ESO y ahora estudia un grado medio de Forestal. Compagina sus estudios con la monta y, aunque su padre no se lo ha puesto fácil -el domingo, sin ir más lejos, le mojó la oreja cortando cuatro orejas y un rabo poniendo “el listón muy alto”-, de momento exhibe condiciones para ser gente importante en el futuro.
En Estella contó con algunos de los cracks de la cuadra de su padre: “Toreé con Pirata, Disparate, Napoleón, Donatelli… aunque con ellos tampoco se cortan las orejas solas”, subraya Hermoso, que añade: “Me identifico más con Disparate y Napoleón por su pureza para ir de frente, aunque Pirata es uno de los caballos más toreros que hay”.
El debut se saldó también con una voltereta: “Mi segundo estaba muy aquerenciado, no salía de tablas y fui de frente, el caballo se metió demasiado y caímos él y yo”, recuerda quien, por otro lado, ya había hecho algunos pinitos pseudoprofesionales en público: “En España, hace dos años, en la presentación de carteles de Logroño mi padre y yo lidiamos un novillo por colleras; y este año en Ciudad Valles (México) me invitó a ponerle banderillas a un toro suyo”.
De momento, es su madre quien está más preocupada con la situación: “Es la que más pegas ha puesto”, confiesa entre risas Guillermo Hermoso de Mendoza, quien admite también que le gusta mucho torear con la muleta, “pero eso es más como hobby que como profesión”.
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