Hacía cincuenta y dos años desde que se cortó el último rabo por parte de un torero a pie en Sevilla. Fue en el año 1971. El 25 de abril del citado año, Ruiz Miguel, que estaba en su segunda temporada como matador de toros, se enfrentó al toro Gallero, número 100, de Miura, al que le hizo una faena emocionante con arte y valor, para después matarlo de una estocada en la suerte de recibir, lo que le valió pasear las dos orejas y el rabo.
La tarde de su triunfo sevillano, en la que sustituyó a José Martínez “Limeño”, “me cambió la vida”, aseguraba Ruiz Miguel. A raíz de aquello llegaron los triunfos y su encuentro con quien sería el segundo apoderado de su vida: Pepe Luis Segura
Cincuenta y dos años años después, Morante de la Puebla ha hecho historia en Sevilla al cortar el rabo a Ligerito, número 82, de la ganadería salmantina de Domingo Hernández.
