El matador de toros francés Sebastián Castella cortó dos orejas al quinto toro y resultó triunfador de la segunda corrida de la Feria de Latacunga. En tarde con un sol de justicia y viento molesto, se lidiaron dos toros de Ortuño para rejones, corridos en primero y sexto lugar, de muy buen juego, sobresaliendo el primero de la tarde. Además, para la lidia ordinaria se reseñaron cuatro toros de Triana. Tres de ellos sin opciones por haberse refugiado en la querencia y uno, de nombre Gerolimpio, marcado con el número uno, lidiado en quinto lugar y al que correspondió el honor de la vuelta al redondel. Los tendidos mostraban una gran entrada.
El rejoneador ecuatoriano Álvaro Mejía desplegó sus cualidades y buen dominio de las riendas de su cuadra. En el primero, un gran toro de Ortuño, se lució especialmente en los quiebros, un par a dos manos y una banderilla sin la cabezada del caballo. El fallo con el rejón de muerte dejó el premio en una oreja.
En su segundo, el rejoneador quiteño fue más impreciso, pero alcanzó pasajes de buen toreo ante otro ejemplar de alegres y repetidoras embestidas de Ortuño. Por marrar con el descabello todo quedó en una ovación.
Sebastián Castella volvía a Latacunga precedido de un buen palmarés en este 2023 de su reaparición. Su primero se defendía en el capote y tras unos doblones poderosos para hacerse con él, la res se fue pronto a la querencia de la puerta de chiqueros donde el diestro le hizo una faena de paciencia y experiencia aprovechando las mejores embestidas hacia las tablas y logró sacar agua del pozo seco. El toro empezó a dejar ver resabios. Dos pinchazos y un descabello. Ovación.
Su segundo toro salió en quinto lugar y desde el saludo capotero mostró prontitud y alegría. Un gran puyazo de Hernán Tapia puso las cosas en su lugar y luego de un lucido tercio de banderillas el brindis al público presagiaba que algo bueno iba a pasar. Y pasó. El torero de Herault extrajo los dotes de su rodaje, su conocimiento y temple sostenido para ir aprovechando las bravas embestidas y construir una faena de gran calado y transmisión por ambos pitones con los momentos estelares en varias series al natural donde el toro humillaba, rompía con hondura y repetía. Fue un toma y daca lleno de emoción entre la calidad de la embestida y la apostura del torero galo que terminó con una estocada desprendida contundente. El alguacilillo puso en sus manos dos orejas que paseó por el anillo entre ovaciones. Vuelta a los despojos de un gran toro de Triana.
LUQUE, SIN TOROS
Reaparecía Daniel Luque tras su fuerte lesión que le produjo un toro en El Puerto. Pero no lo hizo con buen pie. Y no por falta de facultades físicas sino por el pobre material con que contó. Su primero fue impresentable, con un pitón gacho en extremo no debió salir al ruedo. Hubo protestas. El trasteo de Luque fue profesional y poderoso, en la querencia, ante un ejemplar que no decía mucho, pero al que había que templar y así lo hizo el torero andaluz. Mató de estocada trasera y contraria. Pitos en el arrastre y palmas al diestro.
El torero de Gerena hubo de lidiar acto seguido al cuarto ejemplar por una confusión en el orden de salida. Lucido recibo a la verónica y pinturera media. Tras una desordenada pelea en varas el toro se fue a tablas. Luque echó mano de sus destrezas de torero valiente y poderoso y porfió por ambos pitones con algunos muletazos estimables, bien recibidos por la parroquia. Media estocada algo trasera y tres golpes de verduguillo. Pitos al toro y respetuosas palmas al torero.
Al finalizar el festejo el triunfador de la tarde se iba a hombros. Castella volvía a triunfar en Ecuador. Este domingo estará en el festival Virgen Esperanza de Triana en el cierre y el sábado siguiente debuta en Riobamba, en el centro del Ecuador.
Latacunga. Sábado, 19 de noviembre de 2023. Toros de Triana y Ortuño; el quinto, de Triana, fue premiado con la vuelta al ruedo. Sebastián Castella, palmas y dos orejas; Daniel Luque, silencio y palmas; el rejoneador Álvaro Mejía, oreja y palmas. Entrada: Lleno.
