Curro Romero dio los últimos capotazos en activo en la hermosa plaza de la localidad sevillana de La Algaba, la de los carros, en un día otoñal el 22 de octubre de 2000. Esa plaza, que el mismo Faraón había inaugurado en 1996, forma ya parte de los mejores recuerdos del torero de Camas. Los nombres de Curro Romero y La Algaba quedaron unidos de por vida. Ahora, el Ayuntamiento de la localidad sevillana le ha rendido un homenaje al diestro al inaugurar un monumento en bronce en las mismas puertas de la plaza de toros. Ha sido un acto espectacular al que han acudido aficionados de todo tipo, curristas de toda la vida, compañeros de profesión y variadas autoridades.
Curro Romero llegó del brazo de Carmen Tello entre los aplausos de una nutrida multitud que ocupaba los asientos colocados en la puerta principal del coso. En todos los parlamentos hubo un momento de recuerdo emocionado para Rafael Jiménez Chicuelo, fallecido esta madrugada en Sevilla. Intervino Alberto García Reyes, que dibujó su figura con una elegancia suma, siguió Marina Heredia, que de nuevo nos emocionó con aquello de “Me dijo Curro una vez, qué difícil es comer despacito cuando hay ganas de comer”.
Entre los asistentes se contaba con un amplio número de toreros sevillanos, como Morante de la Puebla, compañero en el cartel postrero, Espartaco, Emilio Muñoz, Tomás Campuzano, Fernando Cepeda, Eduardo Dávila Miura, Pablo Aguado, Manuel Escribano, Alfonso Cadaval, Rafael Serna, José Ruiz Muñoz, Luis Arenas, La Algabeña, Litri, Juan José Padilla y Juan Sierra. Además hubo poesía por parte de Carlos Urquijo y un discurso de José María Torres Zapico, el alcalde que levantó la plaza y que desde hoy lleva su nombre.
Curro Romero habló sin poder hablar, recordó a su amigo Chicuelo, dio las gracias a todos y, como si fuera una faena más, no alargó su discurso de forma innecesaria. “Mucho estoy hablando ya”, fueron sus palabras con las que finalizó su intervención agradecida.
Se estrenó el pasodoble Curro, de Juan José Puntas, por parte de Agrupación Musical de La Algaba. Hubo palabras del presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, lo hizo con sencillez y precisión el alcalde Diego Manuel Agüera, y Curro descubrió el monumento obra del artista algabeño Miguel Ángel Domínguez. Todo acabó con el himno de Andalucía en la voz prodigiosa de Mariola Cantarero. Un sol de justicia presidió un acto lleno de simbolismo e intenso olor a romero. Al final, Curro posó ante la obra con autoridades y toreros.
