VEA EL VIDEO RESUMEN DEL FESTEJO
VEA LA CRÓNICA GRÁFICA DE ARJONA
José María Manzanares: “Es un sueño”
Álvaro Núñez: “Qué más se puede pedir. Me he echado a llorar antes del indulto”
Artículo de Paco Mora: Un Príncipe para una puerta
Historia: “Laborioso”, el primer novillo indultado en la Maestranza en 1965
Exposición de Ana Manzanares, hermana del torero, en el restaurante Puerta Grande de Sevilla
Tarde histórica la que se vivió en la Real Maestranza de Sevilla. El diestro José María Manzanares indultó a un gran toro de Núñez del Cuvillo, de nombre Arrojado, número 217, negro mulato, tras una faena sencillamente extraordinaria llena de estética, gusto y torería. El alicantino completó su obra cortando dos orejas al que cerró plaza y abrió de esta manera la Puerta del Príncipe.
La faena de Manzanares al tercero fue cumbre. El toro fue pronto, noble y de gran calidad. Ya en la lidia, el de Cuvillo recibió un buen puyazo de Chocolate y dos pares de banderillas de Curro Javier notables que le obligaron a saludar. La faena de muleta fue extraordinaria, completa, larga y variada. El alicantino comenzó toreando lentísimo y así siguió hasta el final de la faena. Una despaciosidad que predominó a lo largo de la faena. Acariciando al toro, con suavidad y templanza. No ha podido torear más despacio. Acarició al toro en varias series de derechazos de gran estética, lentitud, naturalidad y empaque. A cámara lenta. Al natural lo llevó largo y por abajo. El público comenzó a pedir el indulto y Manzanares siguió disfrutando en una final de faena que tuvo de todo, cambios de mano, por la espalda, abrochados con los eternos pases de pecho. Finalmente, y con la Maestranza en pie, el presidente concedió el indulto. Frente al sexto completó una tarde histórica. Brindó al público. Toreó con mando desde el comienzo en una serie sobre la diestra rematada con un trincherazo. Siguió sobre la diestra en otra serie en redondo de mucho sabor abrochada con un cambio de mano marca de la casa. Manzanares volvió a torear despacio imprimiéndole una gran profundidad a cada uno de los muletazos. Con la izquierda, los naturales fueron largos, bajándole la mano y echándose al hombro contrario en los de pecho. Volvió a la diestra en otra tanda importante, llevando al toro cosido a la muleta. Otro cambio de mano extraordinario remató una labor intensa y de gran emoción. Estocada entera y dos orejas más.
El segundo fue devuelto tras perder las manos en el caballo. En su lugar salió otro ejemplar de Cuvillo que se quedó corto de salida, con la cara arriba, con menos calidad que el primero y aunque tuvo movilidad no lo tradujo en buen clase en la muleta de Morante. Sin embargo, el sevillano le ganó la partida desde el comienzo al de cuvillo para orquestarle una gran serie de derechazos de alta nota, componiendo la figura, con gusto y por abajo. Siguió toreando sobre la diestra ante un toro áspero y con genio ante el que Morante anduvo fácil y capaz. No tuvo suerte Morante con su segundo, un toro soso, escaso de fondo y que llegó muy parado a la muleta del sevillano. El diestro de la Puebla abrevió ante las escasas opciones de lucimiento.
Por su parte Julio Aparicio sorteó en primer lugar un buen toro de, bien presentado al que el sevillano le recetó un buen saludo a la verónica para más tarde gustarse en otro sensacional quite con tres verónicas rematadas de una gran media. Replicó Morante de la Puebla con un quite sublime a la verónica -la tercera, cumbre- con cadencia, ritmo y despaciosidad que arrancó las primeras sonrisas en el tendido. Se libró Ricardo Canela “Kaíto” de la cornada tras perderle la cara después de un buen par de banderillas. La faena de Aparicio fue de más a menos con un inicio muy torero, relajado y gustándose al que siguió una serie en redondo de gran belleza. No se acopló por el izquierdo y volvió a la diestra pero la faena bajó en intensidad. Mató de estocada baja. La faena al cuarto no tuvo demasiada historia. El toro llegó desfondado acusando el tercio de varas. El de cuvillo llegó a echarse y Aparicio optó por abreviar.
Sevilla, sábado 30 de abril. Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados. El primero, bueno. El tercero, premiado con el indulto. “Arrojado”, número 217, negro mulato de 500 kilos. JULIO APARICO: Silencio en ambos; MORANTE DE LA PUEBLA: Ovación y silencio. JOSÉ MARÍA MANZANARES: DOS OREJAS Y DOS OREJAS. Entrada: No hay billetes. Se desmonteraron Paco Peña y Curro Javier