Javier García es miembro del PSOE y alcalde de Arnedo. Se declara taurino y defensor acérrimo de las novilladas, por las que lucha en el Foro de Defensa Nacional junto a otros alcaldes de localidades taurinas como la riojana. Es de Urdiales, como no podía ser de otra manera, y para este año lo ha hecho pregonero de las fiestas. Hablamos con él del Zapato de Oro, de las novilladas y del futuro de la tauromaquia.
-Festejos mayores para la feria de San José, el Zapato de Oro, ahora también de plata con novilladas sin caballos… Arnedo es ciudad del calzado pero definitivamente también de toros.
-Sí, Arnedo es una ciudad que tiene mucha tradición taurina, no solo con corridas y novilladas, también con los festejos populares. Hay mucha afición por el mundo del toro. Nosotros apostamos en la Feria de San José por ese Zapato de Plata que pretende ayudar a los novilleros sin caballos que están empezando y con esa corrida de toros, que procuramos que cada año que sea exitosa. Este año acudieron más de cinco mil personas. Después de ese éxito en marzo afrontamos el Zapato de Oro, tras tres años sin celebrarse por la pandemia, y tenemos muchas ganas de volver a poner a Arnedo entre las ferias de novilladas más importantes del mundo.
-¿Qué supone el Zapato de Oro para una ciudad como Arnedo?
-La feria de novilladas trae a público de comunidades limítrofes, también a mucho público francés, por lo tanto son unas novilladas muy cuidadas en cuanto a ganado y novilleros. Arnedo es una ciudad que se ha hecho así misma, con emprendedores que en su día empezaron en el mundo del calzado así que nos gusta ayudar a los que empiezan, en este caso en el mundo de los toros. No hay figura del toreo que no haya pasado por el Zapato de Oro y muchos de ellos lo han ganado. Así que imagínate lo que supone para la ciudad.
-¿El futuro del Zapato de Oro por dónde pasa? ¿Se ha pensado en darle más alicientes, en aumentar festejos..?
-Yo creo que la fiesta de los toros en general, a excepción de las grandes ferias, tiene un gran reto común que es el de crear afición. Es evidente que no pasa por su mejor momento así que es importante que a los ayuntamientos se nos ayude. Las novilladas en España se mantienen gracias a los ayuntamientos como el nuestro que las impulsan. Dejamos una cantidad ingente de recursos públicos en pro de estos certámenes ya que no los suelen impulsar empresarios particulares. Desde el Foro de Defensa de las Novilladas llevamos mucho tiempo reclamando al mundo del toro -que a veces no ayuda mucho-, que necesitamos ayuda para recortar los gastos en estas novilladas. Así que el gran reto futuro del Zapato de Oro es crear afición, que los jóvenes se acerquen a los toros, debemos renovar los tendidos. En Arnedo cuidamos esa juventud, sabemos que el futuro pasa por la taquilla, yo siempre digo que los toros se defienden en la taquilla.
El alcalde Javier García junto al torero local, Diego Urdiales. El diestro será pregonero de las fiestas este año.
-¿Deberían más pueblos apostar por este tipo de circuitos?
-Sí, pero el problema es comento. A excepción de las ciudades que tenemos una larga trayectoria taurina, en el resto es difícil plantear a la opinión pública que se destinen ciertos recursos para la organización de estos festejos. Entiendo a los municipios que no lo hacen, una novillada viene a costar entre 25.000 y 40.000 euros, los gastos son enormes. Eso se lo digo como gestor público, como aficionado le diría que ojalá hubiera más pueblos que apostaran por el futuro de la tauromaquia. Es necesario que se ajusten gastos y nos adaptemos todos a los tiempos que corren. Te voy a poner un ejemplo, los festejos populares se están comiendo ese terreno en muchos pueblos y ciudades, porque son festejos más económicos y con menos gasto, pues adaptémonos nosotros también.
-Entiendo por sus palabras que no tiene usted mucho problema social con los toros.
-Yo presumo en ese aspecto de mis vecinos. Arnedo tiene quince mil habitantes, yo no le sé concretar los porcentajes de taurinos, no taurinos o antitaurinos. Pero a tenor de la falta de oposición a todo lo taurino, creo que hay una aceptación social importantísima. Aquí nunca hemos tenido ningún acto que haya afeado nuestros festejos, no hay polémica. Yo considero la feria del Zapato de Oro como un servicio que ha de prestarse y por eso no pretendo que sea algo beneficioso, pero cuido mucho para que cueste lo menos posible. Aquí el pulso taurino-antitaurino no existe, habrá vecinos que estén en contra, como es normal, pero respetan y entienden que esto está ligado a nuestras costumbres. Fíjate que a nivel institucional y político pasa lo mismo, aquí existe un órgano oficial que decide la parte artística de la feria, novilleros y ganaderías, que está formado por un representante de cada peña de la ciudad, uno del club taurino y luego por representantes de los diferentes grupos políticos, en este caso están los dos más representados. El PSOE, que es quien lo preside por ser el partido del gobierno, y el PP, que es la oposición. Esa unión política que aquí la hay, ayuda mucho.
-Volvamos al certamen, ¿cuáles son sus favoritos para este año?
-No voy a mojarme en cuanto a nombres pero yo confío mucho en Fabio Jiménez, es de la tierra, vecino de Alfaro y está en un momento extraordinario. También me gusta Carla Otero. Se alzó con el Zapato de Plata, se pasa los novillos muy cerca y es interesante verla, creo que va a dar que hablar.
-Es prácticamente imposible hablar de Arnedo y no hacerlo de Diego Urdiales, ¿qué significa para la ciudad que uno de los toreros más puros del escalafón sea de aquí?
-Es un orgullo, Diego se ha hecho a sí mismo, su trayectoria ha sido complicada y le ha costado muchos años llegar donde está. Siempre ha conservado su pureza y ha sido fiel a su concepto, nunca se ha vendido a formas digamos más comerciales que igual le hubieran allanado el camino. Lleva años triunfando en plazas importantes, el otro día volvió a cuajar una obra cumbre en Logroño. Y a nivel personal también es importante destacarlo, mi relación con él es fantástica, es una persona trabajadora, humilde, luchadora, no mira por encima a nadie, tiene claro de dónde viene y cuáles son sus raíces. Y gracias a eso, la trayectoria de Diego Urdiales se escribe con más justicia y con más verdad.
