– ¿Cómo está viviendo todo lo acontecido?
–No es normal que estas cosas pasen en pleno siglo XXI. La gente ha venido a Villaseca de la Sagra provocando y buscando complicaciones, si usted no quiere torear, pues no torea, ni más ni menos. Una cosa es hacer una huelga y otra hacer prácticamente un piquete intentando condicionar al resto de profesionales. Han jugado con un pueblo declarado en fiestas.
– ¿Siente que han querido boicotear el Alfarero de Oro?
-Cada uno valora su postura, lo que debe primar por encima de todo es la libertad de las personas y no suprimir los derechos. Hay que dejar en paz a los que quieren que la feria de Villaseca salga adelante, muchos han recibido presiones y alguna que otra amenaza. Ese es el gran hándicap, para que veamos como ha actuado una y otra parte. Creo que se está cometiendo un atentado contra la propia democracia. Lo que ha sucedió es una falta de respeto a una población que viene luchando muchísimos años por mantener las novilladas y la ilusión de los chavales.
-Muy pocos nos esperábamos tal revuelo.
–Esperaba que algunos decidiesen si torear o no, pero lo que no entiendo es que se esté llamando a otros profesionales de la Unión de Toreros, la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros, y la Asociación Nacional de Mozos de Espadas que quieren ejercer el derecho al trabajo y no les dejen. Ayer, mientras hablaba con dos subalternos en Villaseca, recibieron una llamada con órdenes y se quitaron del cartel.
“Una cosa es hacer una huelga y otra hacer prácticamente un piquete intentando condicionar al resto de profesionales”
-Dice el dicho que nadie está en disposición absoluta de la verdad.
–Si ellos creen que tiene la razón, pueden defender sus derechos e intereses, cada uno que decida lo que quiera, pero en este caso, sobran las presiones. La verdad al final se impone con sentido común y la educación siempre por delante. No aceptan a aquel que va en contra de su criterio y con malas artes están intentado cargarse la feria. Muchas veces decimos que el enemigo del mundo del toro está dentro y lo estamos comprobando en primeras carnes.
– ¿Le está resultando difícil soportarlo?
–Está claro que no es un plato de buen gusto, yo sabía cuando di el paso a lo que me enfrentaba. Lo que quiero es defender los intereses de los pueblos, de los novilleros y dar oportunidades. Ese ha sido siempre mi camino, buscar la viabilidad de las novilladas y reducir costes para el beneficio de los pueblos y plazas de tercera y cuarta categoría.
– ¿Cómo lo está sobrellevando el pueblo?
–Como una afrenta personal, los ánimos están muy calientes. No lo querían dejar pasar por alto y la defensa ejercida por parte de todos ha sido brutal. Donde más se nota es en la taquilla.
– Mucho se ha hablado del famoso convenio que el Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas ha firmado con la Asociación Sindical de Profesionales Taurinos (ASPROT).
-Nosotros hemos hecho un convenio con un sindicato de profesionales donde se les han subido los ingresos al novillero y donde se le han puesto los derechos de imágenes, cuando la UNPBE nunca se han preocupado de ello. A fin de cuentas, es el que promueve el festejo y da la cara delante de los toros en el ruedo. Sin embargo, parece que les sorprende y les irrita.
“Mi camino ha sido siempre el de buscar la viabilidad de las novilladas y reducir costes para el beneficio de los pueblos”
-La mayoría de los toreros se muestran en contra de este escrito.
–Quien vive de esto es el primero que se revela en contra diciendo que estamos incumpliendo el convenio colectivo nacional cuando no sé cumple en un 80-90% de las plazas de tercera y cuarta categoría. Sim embargo, a Villaseca le han hecho una huelga cuando el municipio ha tenido siempre un respeto hacía la tauromaquia y sus profesionales. No quieren que el sistema se mueva porque no sabemos si les beneficia o existen intereses particulares. Se han perdido más de 600 novilladas en los últimos años en España y nadie se mueve.
– ¿Existe alguna posibilidad de que se quite algún novillero de cara a las próximas novilladas?
-Eso está en manos de cada uno de ellos, yo no sé si se van a quitar, pero si lo hacen, vendrán otros. Me han llamado muchísimos novilleros que están dispuestos a venir a la feria. Lo mismo ocurre con los diferentes integrantes de los festejos.
– ¿Qué valoración hace de las dos primeras novilladas?
-Hemos visto cosas muy importantes, lo que unos no quieren otros lo desean. José Rojo, que entro por sustitución, dio una tarde muy buena en concepto del toreo ofreciendo una gran dimensión a pesar de su corto bagaje. La novillada de Cebada Gago fue muy interesante y sacó calidad. Los jandillas se dejaron, hubo tres chavales con mucha ilusión, mucha entrega y con muchas ganas de ser toreros. A parte de las orejas, San Román, Martínez y Perera tienen una afición desmedida y quieren tirar hacia adelante del carro.
– ¿Cómo divisa el futuro del Alfarero?
–Luchamos para que las novilladas se sigan dando y se puedan mantener los festejos por el bien de la tauromaquia. En manos de los profesionales está. Ellos verán lo que hacen, no sé si esto ha sido un calentón o si es una tónica que van a mantener de aquí en adelante. No podemos entender ese radicalismo cuando verdaderamente lo que se está pidiendo en el Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas no es descabellado. Es algo que todo el mundo está viendo con buenos ojos y respeta porque lo que verdaderamente está en peligro es el futuro de muchísimas novilladas que ahora mismo son inviables.
“No podemos entender ese radicalismo cuando lo que se está pidiendo no es descabellado. Es algo que todo el mundo está viendo con buenos ojos”
-Habrá que llegar a un acuerdo…
-Sentarnos a negociar. Si a la situación que estamos pasando los ayuntamientos, le añadimos falta de cordialidad en las relaciones, esto se va al traste. O toro o tragedia, a este punto hemos llegado. Está existiendo un atropello contra la tauromaquia por los mismos profesionales que no tienen sentido ninguno y nos está llevando a un camino sin salida.
– ¿Considera que es tarde para cambiar todo esto?
-Se van a seguir dando festejos porque al final alguien quiere imponer su ley por las buenas o malas. Ojalá vuelvan las aguas a su cauce y si es verdad que el toreo tiene futuro, busquemos solución a los problemas. Queremos seguir anclados en el pasado y las cosas que no se renuevan suelen morir.
