Jiménez, ovación en noche plana en Las Ventas

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Abrió la noche un fino y alto novillo de Santa Teresa. Se frenó en los capotes. Ángel Jiménez lo paró con oficio. El novillo mostró cierta descoordinación en varas por lo que fue protestado. Se alargó en el tiempo la brega de Lipi por la abanta condición del novillo. En la muleta empezó embistiendo a media altura y con brusquedad. Jiménez le consintió y trató de llevarlo muy empapado. Una tanda de derechazos sirvió para que el de Écija conectase con los tendidos. El novillo entonces la tomó con mayor humillación y transmisión. Después de dos exigentes tandas el novillo echó el freno de mano. Buscando el pitón contrario llegaron muletazos de uno en uno con mucho gusto. La estocada quedó arriba. Saludos tras aviso.

El segundo lució el hierro de Couto de Fornilhos. Cárdeno, bajo, con dos navajas hacia delante. El aplomo de García Navarrete se vio crispado por un hachazo que partió su capote. Derribó en el primer encuentro con Antonio García que después dejó una buena vara. Empujó el novillo en todo momento. Firmaron un buen tercio de banderillas Francisco Javier Rodríguez y Perico saludando una fuerte ovación. Brindó el novillero de Vilches su actuación al público. Tras las templadas dobladas del incio, se definió la condición del toro: escaso de raza. Calamocheó, se quedó corto, embistió a media altura… De vez en cuando la tomaba por abajo pero siempre con cansina expresión. García Navarrete lo intentó de todos los modos dejando patentes sus ganas. Con los acerso se atascó. Silencio tras aviso.

El tercero fue de Couto de Fornilhos. Altote, amplio de cara, con cuajo. Los regates en el capote de Juanito no mermaron la firme decisión del portugués que ganó terreno a la verónica con gran disposición. Se dejó pegar en el caballo. Y en banderillas pareció haber dado el escaso fondo que tenía. A esa falta de codicia se sumó falta de fuerza en la franela del portugués. No pudo conectar con los tendidos por ello. El novillo regaló algunas embestidas humilladas que aprovechó por abajo y con largura Juanito. La estocada tuvo contundencia. Silencio.

Ángel Jiménez recibió a portagayola al cuarto de la noche. Un verdadero toro de Couto de Fornilhos, muy agresivo por delante y de honda morfología. Otras dos largas dio el sevillano en el tercio. Después trató de torear encajado a la verónica. El de Couto fue marcando falta de clase en los sucesivos tercios. En la muleta, las buenas formas de Ángel Jiménez se estrellaron con un marmolillo. Parado, reservón y sin recorrido. La insistencia resultó pesada. Pinchó en repetidas ocasiones y acertó con el descabello a la tercera. Silencio tras aviso.

Muy abanto de salida resultó el quinto novillo de Santa Teresa. Un zambombo colorao, que además de grande era descarado. No lo puso fácil en los primeros tercios. Pero su agresividad se destapó cuando García Navarrete quiso someterlo por abajo en el tercio final. El novillero de Vilches mostró firmeza. El novillo le esperaba montado siempre arriba, sin ningún tipo de entrega. Cuando repetía lo hacía en forma de arreón a media altura. Metió la mano con habilidad. Silencio.

El sexto fue otro toro en toda regla. También de Santa Teresa, también colorao. Alto de manos, un punto acapachado de cara. Juanito, de nuevo muy dispuesto, mostró la versión mas lidiadora de su actitud para recoger las sueltas arrancadas del novillo. Perdió las manos varias veces durante el tercio de varas pero el presidente decidió mantener al novillo en el ruedo pese a las acaloradas protestas. En la muleta el novillo mostró obediencia a los toques pese a que su recorrido fue muy cortito. No tuvo ni fuerza ni casta para que Juanito pudiera lucirse. Aun así el portugués no escatimó en ganas. Concluyó por manoletinas antes de cobrar una estocada trasera. Silencio.

Madrid. Viernes 20 de julio de 2018. Novillos de Santa Teresa (1°, 5° y 6°) y Couto de Fornilhos, desigual de presentación, excesivamente la segunda mitad. De escaso juego. Ángel Jiménez, saludos tras aviso y silencio tras aviso; García Navarrete, silencio y silencio; Juanito, silencio en ambos. Entrada: Un cuarto de aforo. Saludos tras parear al segundo del festejo de Francisco Javier Rodríguez y Perico.

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