2 DE OCTUBRE

Justo Hernández ante su doble triunfo en Madrid y Sevilla: “Me siento afortunado de lo vivido este fin de semana”

Belén Sánchez
lunes 04 de octubre de 2021
El ganadero relata cómo vivió una jornada en la que lidió en ambas plazas y cosechó dos grandes triunfos con la puerta grande de Emilio de Justo en Las Ventas y las dos orejas de Urdiales en Sevilla

La Feria de Otoño de Madrid y la Feria de San Miguel en Sevilla se fusionaron en las fechas y han marcado uno de los puntos más álgidos de la temporada taurina 2021. Los aficionados deseaban la reapertura de las dos plazas más importantes de España: La Maestranza y Las Ventas. Por circunstancias, quizás del destino, el sábado 2 de octubre también se unió un hecho conjunto, la ganadería Garcigrande y Domingo Hernández lidió en ambas plazas y cosechó dos grandes triunfos con la puerta grande de Emilio de Justo en Las Ventas y las dos orejas de Diego Urdiales en Sevilla. Su ganadero, Justo Hernández, vivió ese día con muchos nervios e incertidumbre, pero finalmente, ganaron las cosas buenas en la balanza

-El pasado sábado 2 de octubre lidió a la vez en las dos plazas más importantes de España: Madrid y Sevilla. ¿Cómo lo llevó?

-Uno no puede ni imaginárselo. La responsabilidad que se convierte en nervios… fue un día muy difícil. No sabía ni lo qué hacer ni dónde estar ni cómo comportarme. Evidentemente, los ganaderos dependen mucho de los caprichos del toro y en un sitio de tanta responsabilidad podía pasar muchas cosas buenas y también muchas cosas malas. El respeto que le tenemos a todo y la experiencia, cada vez te hace pasarlo peor.

-Pero ayer pasaron muchas cosas buenas…

-Sí. La faena de Emilio de Justo en Madrid y Diego Urdiales en Sevilla. Con Manzanares y El Juli pasaron muchas cosas bonitas. Con Juan Ortega en Madrid también y Ángel Jiménez. Todos los toreros hicieron cosas importantes, dependiendo siempre de las cualidades del toro, unos tuvieron más suerte y otros menos. Pero que haya éxitos tan rotundos como el de Diego Urdiales y como el de Emilio de Justo pues es muy bonito. Es una alegría y una satisfacción, estoy muy contento.

-¿Cómo se gestiona, no solo un compromiso importante, sino dos de la talla de Madrid y Sevilla?

-No se sabe. Nunca me había sucedido. Intenté ir donde más problemas hubo para poder solucionar en el momento. Tuve la suerte de que Madrid se embarcó un día antes que Sevilla y pude estar en los dos sitios organizando las cosas. Cuando mi labor estaba hecha, vi dónde podría surgir algún problema y cogí un tren a Madrid el día de la corrida. Tuve la ayuda de mi hijo, que quiere aprender y hacer cosas, y también con la ayuda de mi sobrino Marcos y la ayuda de los mayorales. Somos un equipo y, entre unos y otros, pudimos solucionar las cosas.

-Usted pudo asistir a la corrida de Madrid, ¿Quién le informaba de lo que estaba pasando en Sevilla?

-No me gusta tener mucha información. No tengo la capacidad de tanto sufrimiento. Demasiada información me hace vivir todo con demasiados disgustos y preocupaciones. Mi sobrino sí me iba dando alguna información, pero yo no preguntaba, no quería estar tan metido en los dos sitios, porque, al final, te vuelves loco. Sabía que cuando finalizaran los festejos me iba a enterar de todo, iba a tener los vídeos de las corridas, iba a saber todo e sería lo mismo, por eso no quise enterarme de las cosas al segundo, sería una locura.

-En Madrid destacó el quinto de la tarde para Emilio de Justo, que consiguió la puerta grande de Las Ventas. ¿Cómo vivió ese momento?

-Yo he sido abonado de Madrid, mis padres me llevaban de pequeño y he vivido las grandes faenas de Las Ventas como si hubieran sido mías. El aficionado de Madrid, cuando hay una faena rotunda, con esos oles tan profundos que solo los tienen Madrid, con esas maneras y todo lo que se vive allí. Sé lo que siente el aficionado porque yo también lo soy y sé lo que he sentido. Las sensaciones en ese momento como ganadero, pues recordaba aquellos momentos y lo que estuvo sintiendo el público, que es lo más bonito. Lo viví así, como una satisfacción, con una ilusión, como si fuera cuando era niño y me aficionó esa forma de entender el toro de Madrid. De todas esas cosas te acuerdas y te emocionas, evidentemente.

-En Sevilla, Diego Urdiales, cortó las dos orejas al cuarto de la tarde, ¿Cómo vivió la noticia?

-Sí, fue casi al unísono la faena de Emilio de Justo y Diego Urdiales. Mi sobrino me dio la  información. Siempre es una alegría. También me llegó la oreja de Manzanares y cómo fue el toro. Tenía tres informadores y ellos coincidían en la mayoría de los cosas en las mismas ideas.

-Después del año y medio tan malo por culpa de la pandemia, ¿Se siente afortunado por días como el del sábado?

-Sí. La pandemia ha sido horrorosa en muchos sentidos. En el ganadero ha sido también tremenda. Siempre me he sentido dichoso de poder dedicarme a lo único que sé y a lo que he tenido ilusión toda la vida. Luché por poder dedicarme a eso de lleno y no tener que tener otro trabajo y por ahora lo voy consiguiendo, porque si no, no sería feliz. Si tuviera otra profesión que no fuera esta no sería feliz. Luché y todavía lo voy consiguiendo. Nunca se sabe qué va a pasar. Enseguida todo cambia, es una profesión de día a día, que va por momentos y cualquier día se acabará esto, no la tauromaquia, sino yo como ganadero. Por eso me siento afortunado de lo vivido este fin de semana. Son muchos años de trabajo.

-De todo lo acontecido durante el día del sábado, ¿Con qué momento se queda?

-Con la salida a hombros de Emilio de Justo sin ninguna duda. Me emocionó mucho. Cuando era pequeño salía corriendo de la plaza para ver a los toreros salir por la puerta grande. Esos momentos aún los recuerdo, y a día de hoy, me sigo emocionando cuando veo salir a un torero por la puerta grande.

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