La tarde del 8 de septiembre estaba señalada en rojo en el calendario taurino por el acontecimiento de medirse las figuras con los toros de Victorino Martín. Máxime después del anuncio de la despedida del toreo de El Juli en este 2023. Roca Rey no pudo comparecer pero la plaza registró un lleno al borde del “No hay billetes”.
Abrió la tarde un toro de Victorino Martín, acodado de estrecha cara y hocico de rata. Humilló con una profundidad especial en los lances de recibo de El Juli. Tuvo muchísima clase por el pitón izquierdo. La figura madrileña lo cuajó en un saludo acompasado y templado hasta las dos medias en la boca de riego de las que salió el toro con el hocico manchado por su sensacional humillación. Empezó a blandear en el tercio de varas, la cuadrilla de Juli lo cuidó pero llegó a la muleta débil de remos. Las primeras tandas fueron sensacionales, de una pulcritud y un temple extraordinario. Cuando quiso poderle espatarrado no respondió el victorino por lo que volvió a su versión serena, esta vez a pies juntos firmando una rotunda serie. Gran estocada.
El tercero recogía la cara con bonita hechura y seriedad. Se frenó en los vuelos de El Juli e hizo ciertos extraños. Dos puyazos en los que apenas se empleó. Tuvo un comportamiento duro en la muleta: reservón, embistiendo a secos taponazos y muy probón. No mejoró pese a la ciencia y autoridad empleada por El Juli. Media estocada agarrada tras pinchazo.
El Juli logró con la ambición que le ha llevado a lo más alto arrancar otra oreja al quinto, un deslucido toro de Victorino Martín que aunque humilló de salida terminó aburrido con la cara por las nubes. La faena de Juli fue un portento de técnica y temple para encelar al toro, remiso a la entrega, a base de caricia. Provocó la embestida colocándose en un sitio comprometido y fue armando un trasteo lleno de recursos con algunos muletazos de redondo trazo -el tiempo que el toro siguió las telas antes de salir con la cara por las nubes-. Faena medida, con su innata inteligencia. Obra brindada al maestro vallisoletano Roberto Domínguez, quien fuera su apoderado durante más de una década. Estocada.
El segundo, más en Albaserrada por su largura de manos y amplia cara -que no perfil- resultó más anovillado, algo escurrido. No se empleó de salida, pegando frenazos en el capote de Emilio de Justo, que le ayudó a romper perdiéndole pasos. En la muleta tendía a vencerse y salía con la cara por las nubes de los muletazos. Toro sin opción de lucimiento con el que estuvo tiempo el extremeño antes de atascarse con los aceros.
El cuarto fue serio, con las puntas hacia delante de cuajado remate. Complicado de salida, sin desplazarse. Se empleó en el caballo con pujanza. Emilio de Justo apostó por él. Brindó al público para iniciar la faena doblándose con la embestida, franca aunque un punto falta de humillación. Se dio cuenta de la transmisión, le dio tiempos, media distancia y lo cuajó primero por el derecho en asentados muletazos. Por el izquierdo vino la seda y la filigrana con trincherillas de ensueño. De Justo firmó una actuación de mucho sabor, de mucha madurez. El toro embistió con mucha seriedad, sin permitir dormirse, codicioso. El final a pies juntos fue un bello broche. Estocada de retardado efecto que enfría al público. El toro tarda en echarse. Oreja tras dos avisos y fuerte ovación al toro de Victorino Martín.
Cerró la tarde una pintura de Victorino Martín. Con rasgos del toro de los años 70 de este hierro y los vídeos de Andrés Vázquez. Sin definirse de salida aunque con humillación. Buena pelea en el caballo. Saludaron en banderillas Juan José Domínguez y Pérez Valcarce. Emilio de Justo brindó a El Juli en uno de los momentos más emotivos de la tarde, más allá de las rayas de picar. En la muleta el toro fue un torrente de bravura, no fácil pero sí fiero. Por la derecha no halló el acople esperado, quizá esa fiereza del toro le llevaba a no terminar de salirse de los vuelos. Por el pitón izquierdo hubo dos tandas muy buenas por su reunión con buen trazo, en ocasiones faltas de temple. De Justo se esforzó por darlo todo hasta el final con el toro, tratando de cuajar la desbordante embestida. Varios pinchazos afearon una meritoria labor.
Valladolid. Viernes, 8 de septiembre de 2023. Toros de Victorino Martín para El Juli, oreja con petición de la segunda, palmas y oreja; y Emilio de Justo, silencio tras aviso, oreja tras dos avisos y saludos tras aviso. Entrada: Lleno. Saludaron en banderillas del sexto Juan José Domínguez y Pérez Valcarce.
