El taurinismo catalán sigue luchando contra viento y marea. Su escuela taurina, no ajena a la situación que se vive en Cataluña, es uno de los estamentos más afectados. Sin subvenciones de ningún tipo y en unas condiciones que no son las ideales para que los chicos que quieran ser toreros, aprendan allí esta dura profesión, se ha buscado un nuevo camino. El que lleva a Francia. Los responsables de la escuela, conscientes de que sólo la venta de lotería navideña no da para torear todo lo que se desea, han llegado a un acuerdo de colaboración con el Centro de Tauromaquia Francés, que dirige el ex matador Christian Lesur.
Los alumnos salen cada sábado a las siete de la mañana para cubrir los 400 kilómetros que les separan de Nimes y poder torear
Casado, profesor: “En Francia se están portando muy bien, pero es una tristeza que algo tan arraigado tenga que recibir ayuda de fuera”
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