INAUGURADA EN 1888

La plaza de toros de Almería, protegida como Bien de Interés Cultural

Redacción APLAUSOS
jueves 28 de abril de 2022
El coso, inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico con la tipología de Monumento; el expediente destaca del inmueble "la gran variedad de estilos arquitectónicos que lo distinguen por su originalidad y eclecticismo"

El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir, a instancias de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Monumento, la plaza de toros de Almería.

Construida entre 1887 y 1888, el coso almeriense posee un valor artístico digno de protección dada la variedad de estilos arquitectónicos empleados en su construcción, que lo dotan de una gran originalidad y un eclecticismo que se sale de la norma en este tipo de construcciones del mismo periodo, que responderían en su mayoría a la tradición neomudéjar de la arquitectura española del momento. Igualmente, la calidad de los materiales empleados y su procedencia almeriense, así como el uso destacado del hierro como nuevo material constructivo a finales del siglo XIX, distinguen la peculiaridad del proyecto.

Obra del trabajo en común de dos grandes arquitectos del siglo XIX en Almería, Trinidad Cuartara y Enrique López Rull, su estilo expone con claridad dos peculiaridades: el lenguaje clasicista en su arquitectura, como ejemplifican la cantería visible, los arcos de medio punto, entablamentos, frontones y óculos; y la preocupación por lo decorativo que se demuestra en los paramentos que se adornan con franjas incisas horizontales, los paneles en resalto coloreados, las rafas de sillares en ángulo o las cadenas de ladrillo.

El expediente destaca la cabeza de un toro sobre elementos característicos de la lidia, orlado con la leyenda “Veragüa, Patilla y Miura” (míticas ganaderías que fueron estoqueadas en las primeras corridas), edificada sobre la clave del arco de la entrada principal como ejemplo de su eclecticismo, donde se conjugan elementos arquitectónicos muy dispares con elementos simbólicos.

Inaugurado en 1888 con una corrida de toros en la que participaron Rafael Molina “Lagartijo” y Luis Mazzantini durante las fiestas de la Virgen del Mar, el edificio almeriense es una pieza clave del ensanche decimonónico de la ciudad y un elemento representativo conectado a través de tres grandes ejes almerienses relacionados con las tres portadas principales del coso taurino.

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