ENTREVISTADO EN APLAUSOS

Las perlas de Tinín: “Un toro tan grande y con tantos cuernos, no se había conocido nunca”

Redacción APLAUSOS
lunes 02 de noviembre de 2020
Recordamos algunas de las reflexiones del torero madrileño publicadas en una entrevista con José Luis Benlloch a comienzos de 1993

Por “La Entrevista” de Aplausos, sección dirigida por José Luis Benlloch durante décadas, pasó en varias ocasiones José Manuel Inchausti “Tinín”, matador de toros madrileño fallecido este domingo, 1 de noviembre, víctima de una rápida enfermedad. En la última de las charlas concedidas para esta casa, publicada en el número 798, con fecha 11 de enero de 1993, Tinín comparaba el toreo de su época -el de los años sesenta- con el de principios de los noventa: “Todas las épocas son difíciles. Lo único que hay ahora más fácil es que le consienten un poco más a los toreros. En cambio el toro está saliendo como nunca en la vida se había visto. Un toro tan grande y con tantos cuernos, no se había conocido. Independientemente de que sirva, de que se caiga o no, hoy día se lidia un toro impresionante”.

-¿Qué quieres decir con que se le consiente un poco más a los toreros?

-Pues que un torero que tenga una proyección, cuando se ve que uno puede ser, le dan cuatro o cinco años para ver si da la talla. En mi época, si no dabas la talla en la primera temporada, a la calle. Esa puede ser la única diferencia.

-¿Se gana también más dinero ahora?

-Sí, aunque también es cierto que la vida está muy desfasada, se gana más. Yo me alegro que ganen mucho.

-¿Tú ganaste dinero?

-Sí, yo gané dinerito, lo que pasa es que se lo di a mi padre… obligaciones de hijo, y luego a mí me ha tocado luchar para abrirme camino. En aquella época llegué a reunir, hace veinticinco años, tres millones de pesetas y un solar.

-¿Y guardabas?

-Gastaba mucho, el dinero me gusta para ganarlo y para gastarlo.

 

Aquellos eran los frutos de una carrera artística muy interesante, en la que se reseñan, él lo recordaba bien, cinco salidas en hombros por la puerta grande de la plaza de Las Ventas de Madrid: “Una como novillero después de cortar cuatro orejas, y cuatro como matador de toros”. Además, llegó a cortar tres orejas en la Maestranza, y aunque los maestrantes le negaron su derecho a salir por la Puerta del Príncipe, no se dio por vencido, saltó la barrera, cruzó la famosa Puerta andando y, ya en la calle, fue izado de nuevo en volandas para ser llevado en son triunfal hasta el hotel. 

-Con esos éxitos ahora se hace toda una carrera.

-Es que ahora es más difícil cortar orejas. El toro es más grande, no tiene la movilidad que entonces, se paran mucho, no sabemos por qué, pero es así, y curiosamente cornadas dan tantas como antes.

Hacía años que había dejado de vestirse de luces -su último regreso en Madrid llegó en 1984, tras tres años en México- pero en aquel invierno de 1993 -y en realidad, hasta el final de sus días- Tinín seguía considerándose torero y pensando en torero. En torno a aquella última reaparición, sostenía: “Toreé dos tardes en Madrid, no se me dieron bien las cosas y dejé de torear. No quiero decir que me retiré, porque ya sabes que los toreros nunca nos retiramos, pero es una etapa olvidada. Ahora estoy bien, me encuentro a gusto y lo que debo hacer es abrirme camino”. Y lo hizo. Por supuesto que lo hizo. Descanse en paz, maestro.

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