EL DETALLE DE FALLAS
Foto: Antonio ViguerasFoto: Antonio Vigueras

Leguleyo vivirá en el recuerdo de la afición de Valencia

Jorge Casals
domingo 17 de marzo de 2024

Leguleyo fue un toro de vacas que engrandeció todavía más si cabe la leyenda de Jandilla y Valencia. Reunió todas las condiciones que busca un ganadero, las que soñó todo un señor del campo como fue Borja Domecq, que seguramente habrá disfrutado desde la eternidad del gran juego de tan bravo animal.

Leguleyo mereció que le perdonaran la vida, pues resulta cuanto menos muy difícil ver un toro de plaza de primera, con esa seriedad, que reúna tantas virtudes. Y no es de mal aficionado reconocerlo. Y si a cierto sector e incluso al palco le generó dudas el indulto por su pelea en el caballo -habitual es que Roca Rey se los deje crudos-, para eso se inventó el recurso de sacar al picador y probar de nuevo su bravura picando con el regatón. ¿O es que no lo saben?

Leguleyo, temperamental de primeras, fue destapando sus cualidades dentro de un gran fondo, surcó la arena con los belfos, colocó la cara como si de un carretón se tratase, respondió a la exigencia del largo trazo de Roca Rey -hay que ver dónde los embarca y dónde los suelta-, sin perder ritmo en su embestida ni aflojar su viveza. A más siempre. La perfección. Cuando Roca Rey se fue a por la espada, justo en el momento en que comenzaron a pedir su perdón, tenía el toro otra faena más. Bien es cierto que Andrés tampoco avivó esa llama, incluso algunos -hay que ver la incultura- pensaron que el pañuelo blanco del aviso concedía el indulto. Así que poco más dudó el torero, que lo mató de media estocada y se fue Leguleyo al sitio donde mueren los bravos, en la misma boca de riego. El premio de la vuelta al ruedo se quedó corto para tanta excelencia. Y las vacas enviudaron en Don Tello. 

Borja Domecq Noguera, que ahora sigue bajo los mismos cánones el legado de su padre, se mosqueó y mucho ante la decisión del palco. No es para menos, los presidentes no están para nada acertados estas Fallas, ni en los corrales ni en el palco. ¡Criterio señores!

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando