Todavía queda temporada. La oferta de los últimos días era variada. Y atractiva. Si había que hablar desde las alturas los ojos se iban a Vistalegre. Gran cartel en sí mismo, gran promoción, gran plaza con sus singularidades, eso sí, nada que ver con Las Ventas, ni hay por qué. Se pongan nota los organizadores. Fino, Morante, Juli son palabras mayores y lo son por sí solos, se anuncien donde se anuncien y cuando se anuncien, actúen en silencio o acompañados de la filarmónica de Londres, te pongas corbata o te lleves el bocata de casa… si esos tres están inspirados lo mejor es dejarles hacer, no restarles protagonismo, un lance mecido de Morante es glorioso por sí solo, lo mismo cabría decir de cualquiera de esas brujerías que le brotan del alma al Fino cuando anda ídem o ante esos muletazos de Juli de mano arrastrada y enmacizado con el toro capaces de enervar a propios y extraños. En esos momentos, cuando surge la luz, todo lo demás sobra y si la cosa no funciona, si no hay toreo, todo lo demás cabrea. A los toros se va a los toros. Y si escuchas no ves y si ves no escuchas. Lo que sí hay que hacer es ofrecer al espectador calidad, comodidad, respeto y todo cuanto se prometa además de las condiciones necesarias para que si surge el milagro del toreo, poderlo disfrutar…
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1931