REPORTAJE
Foto: Melanie HuertasFoto: Melanie Huertas

Luque y La Quinta: segundo asalto

José Ignacio Galcerá
viernes 13 de septiembre de 2024
Tras la memorable tarde que protagonizó en Dax en 2022, el próximo 14 de septiembre repite gesta en Nimes con la ganadería de su renacer torero

Este sábado, 14 de septiembre, le espera un nuevo reto. En realidad es algo así como el segundo asalto de una batalla que ya venció en 2022 cuando en Dax, también como único espada como ahora en Nimes y con toros de La Quinta, firmó una memorable actuación. La tarde de su vida como torero. Aquel día se encumbró, escribió una página de oro en la historia de la tauromaquia francesa y concluyó su renacer taurino después de un proceso de transformación extraordinario. Antes de la pandemia apuntó que estábamos frente a un torero distinto y después de ella lo ratificó en faenas fabulosas como en Madrid con un toro de Santiago Domecq, en Sevilla con toros de El Parralejo y también de la familia Conradi, de Garcigrande en la tarde de la retirada de El Juli; con un torazo de Fuente Ymbro en Pamplona; y las gestas en plazas francesas, de la mencionada de Dax a Vic, pasando por Arles y Bayona.

-Con esta de Nimes van a ser seis -Madrid (2010), Zaragoza y Almodóvar del Campo (2014), Bayona (2019) y Dax (2022)- las corridas de único espada.

-Antonio Ferrera me gana, seguro, pero después de él no sé si habrá otro torero con tantas como yo. Además, las mías son, quitando la de Almodóvar del Campo, todas en plazas de primera categoría.

-Menudo atracón…

-Cuando llegue a diez, ya me planto… jajaja.

-¿Y corridas de La Quinta, sabe cuántas ha toreado?

-Es buena pregunta… pero ahí sí que no tengo tan controlada la estadística pero estoy seguro de que  son muchas. Debería llevar la cuenta. Son muchas, sí. El año pasado menos la de Madrid, creo, maté casi toda la camada, y este año, menos Madrid y Albacete, igual, voy a torear casi toda la camada. Entre catorce o quince corridas, de ahí para arriba.

“Mi relación con La Quinta no fue tan fácil como ahora; al principio no les veía virtudes pero un toro en Bayona en 2018, de una seriedad tremenda, me motivó y me metió donde estoy ahora”

El encuentro con Daniel Luque tiene lugar en la finca Fuen la Higuera, en Palma del Río, donde se ha mimado una corrida elegida con exquisito gusto. No caben exageraciones pero tampoco alivios. El sevillano atiende a una expedición llegada desde Nimes para inmortalizar la gesta y de paso no pierde detalle de los toros, a los que ya conoce al dedillo, aunque parece ser que nunca es suficiente. Los mira y los remira con detenimiento, los analiza, los repasa de arriba abajo y de abajo arriba, comenta algunos aspectos con el ganadero Álvaro Martínez Conradi, que le recuerda que este es hermano de aquel que toreó tan bien en Dax, o este otro de uno de Mont de Marsan, o aquel, que es hijo de una vaca extraordinaria que tentó en esta casa. Luego se baja del coche, se planta delante de ellos y posa ante su destino. Luque les pone la mano derecha y uno de ellos, carácter santacoloma, le apunta con la mirada que de ahí, de donde está, no dé un paso más. Cuando se gira, dice: “La corrida me gusta mucho, es un punto por encima de lo que es Nimes pero ya que hacemos un esfuerzo, al menos que tenga recompensa. Está todo preparado para que sea un día grande”. Que así sea, desean los que le rodean.

-¿Qué tiene de especial el toro de Santa Coloma que tanto te gusta?

-Es cierto que cuando salen corridas que te plantean problemas y no dicen mucho al público, yo, como torero, me quedo vacío; pero luego es un toro que siempre tiene algún resquicio para meterte con él, para que se vean tus capacidades. Las corridas de La Quinta las mato también por cariño, por lo especial que es la familia Martínez Conradi para mí tanto a nivel personal como profesional, me han dado mucho. El brindis que le hice este año en Sevilla a Álvaro padre -extensible a toda la familia- es por todos los años de lucha que llevo y por ser mi ganadería estrella en mis temporadas más duras. Así que el gesto de Nimes no es solo especial por ser Santa Coloma sino por ser La Quinta. También ocurre una cosa…

Daniel Luque y el ganadero Álvaro Martínez Conradi. Foto: Melanie Huertas

-¿Cuál?

-Que los toreros muchas veces cuando una ganadería se nos da bien y triunfamos con ella vemos más cosas buenas que otros que no tienen tanta suerte. Yo siento predilección por La Quinta, la conozco de sobra y he tenido grandes éxitos con ella. Sé que sale un toro muy especial, nadie me lo tiene que contar porque lo he vivido en primera persona, y he disfrutado muchos como aquel del rabo de Dax, el toro blanco de Mont de Marsan, el de Bayona del capote… cuando sale un animal así de especial como esos, te acuerdas para toda la vida y te llena como torero.

-Es un toro también muy exigente y a ti esa exigencia te gusta, te motiva.

-Pero también desgasta… desgasta mucho. Tienes que tener mucha moral para enfrentarte a estos toros, conocerlos bien, no darle importancia a muchas cosas que te hacen durante la lidia, hay que tener muchos recursos técnicos y estar muy fuerte de cabeza y físicamente, ni te digo. No es una ganadería fácil, desde luego, por eso cuando se hacen cosas grandes con ella, tienen el reconocmiento que tienen. No hay que irse muy atrás en el tiempo para ver lo que ha significado la tarde de El Juli en Madrid con la corrida de La Quinta, diría que fue un antes y un después en su carrera y en su vida, dio el nivel máximo que se puede dar en una plaza de toros. Yo también busco eso, enfrentarme a estos retos para crear obras grandes que se recuerden siempre.

-Ahora se entiende con los santacolomas, pero al principio le costaba.

-No siempre fue una relación fácil, me costó mucho entenderlos. Estaba negado, lo reconozco, no les veía virtudes, todo eran defectos, y ahora es de los toros que más me gustan y que ha supuesto un antes y un después en mi carrera. Me costaba trabajo matar dos, imagínese lo que hubieran sido seis. Quién me lo iba a decir…

-¿Hubo un toro o una corrida clave de Santa Coloma que le cambiara el chip o cómo fue el proceso de entendimiento?

-El día del toro de Bayona-año 2018-al que cuajo con el capote y le corto dos orejas, sale un toro en quinto lugar para mí al que no le corto nada porque no me deja pasar con la espada y no lo mato, pero fue un toro clave. Tenía una seriedad tremenda, ese fue el toro que me motivó de verdad y me mete donde estoy ahora. Ese día empiezo a escalar. A partir de ahí ya cogí confianza, luego vino el de Mont de Marsan, que me da pasaporte a todas las ferias, y más tarde los triunfos en Dax, con los seis toros, el mano a mano con De Justo en Nimes y las cinco orejas…

“Es un toro que exige muchos registros, no hay que meterse en barullos con ellos y si se les lleva la contraria que sea muy suavemente; se trata de dejar que ellos ganen sin que te ganen”

En la primera época de su carrera, con un Luque muy prematuro, no coincidieron torero y ganadería; luego, cuando se dio el caso, el sevillano no llegó a estar a gusto. Hasta aquella tarde en Bayona en 2018 a la que hace referencia. Ese día llegó después de que Luque se anunciara con La Quinta en la plaza Acho de Lima, en la que tampoco se encontró cómodo. Pero en Bayona su primer toro le permite cuajar una sinfonía con el capote y el segundo, que había estado de sobrero en Madrid, sin ser un gran toro, tuvo esas virtudes que solo ven los toreros y que le llenaron de confianza. A partir de ahí la historia es de sobra conocida. Al año siguiente viene Mont de Marsan y aquel 54-Medieval, y comienza su resurgir. Luego llegaría Sevilla, Dax, Nimes el año pasado…

-¿Tanta confianza le dio?

-Mucha, muchísima.

-¿Entiendo que si puede con este tipo de toro, puede con todos?

-Te dan confianza para matar otro tipo de corridas, que también son difíciles. Tengo clarísismo que el toro que matan las figuras a diario es el más complicado que hay. El toro que hay que torear es el más difícil de todos. Que quede claro. El gran mérito de esto es torear al bravo y bueno. Eso no significa quitarle mérito a lo otro, que lo tiene tanto o más, pero matando otro tipo de corridas no te exigen el toreo que se le hace al bueno. No es fácil navegar en ninguno de los dos mares, pero hay un plus de dificultad cuando hay que pegar veinte pases despacio y pasártelo por la barriga, antes que estar frente a un toro malo que solo te piden que lo mates. A mí lidiar un toro y pegarle un espadazo me cuesta menos trabajo que pegarle esos veinte pases de los que hablo. No es lo mismo que un toro venga rápido y pase que otro al que que hay que traer y llevarlo.

“Todos los que creían en mí y dejaron de creer por mi culpa, a todos, he sido capaz de año tras año volverlos a convencer. Eso es lo que más me llena”

-¿Y qué hacemos con los de La Quinta?

-Pues a unos tocarlos suave, a otros más fuerte, eso es lo que hay que hacer, exigen muchos registros. A mí preocupan mucho las alturas, poner la muleta a la altura donde lleven la cara, nunca llevarles la contraria, no meterse en barullos con ellos y si les llevas la contraria que sea muy suavemente; se trata de dejar que ellos ganen sin que te ganen, no es fácil ese entendeimiento por eso han sido tan pocos los que se han entendido con ellos.

-Uno de esos pocos ha sido el maestro Paco Camino.

-Camino ha sido un Dios y en este encaste era un mandamás. Cuando los demás no llegaban ni a la mitad, él llegaba hasta arriba con estos toros. Y andaba con una torería, una sabiduría… ha sido el torero más completo de la historia. Tengo envidia sana de los que le vieron y lo pudieron disfrutar.

El escenario de la gesta es especial para Daniel Luque. El 24 de mayo de 2007 tomó la alternativa allí. De aquel niño prodigio que se convirtió en matador de toros en el Coliseo a este tan maduro y pletórico. “Todo tiene su proceso y yo me alegro de haber pasado lo que he pasado, de haber metido la pata tantas veces para no repetir aquellas cagadas, recapacitar y disfrutar a diario como lo hago ahora. Me he equivocado muchas veces y en todas he sido capaz de reconocer mis errores y corregirlos. Todos los que creían en mí y dejaron de creer por mi culpa, a todos he sido capaz de poco a poco y año tras año volverlos a convencer, eso es lo que más me llena”.

-Tiene mucha experiencia en este tipo de corridas de seis toros. ¿Cuál es el secreto? El riesgo en tardes así, decía Camino, es aburrir.

-Psicológicamente hay que estar al cien por cien, más que físicamente incluso. Es fundamental que no te mengüen los momentos malos de la tarde, que vendrán. Tienes que estar con todos los sentidos puestos para que sea una tarde entretenida, para saber que en los momentos buenos habrá que pisar el acelerador y que en los otros tocará guardar fuerzas. En estas tardes hay que solucionar la papeleta en cada momento hasta llegar a la traca final.

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