TAL DÍA ESTA SEMANA… 31 DE JULIO DE 1983

Manzanares resurge con los miuras en Valencia

Alfonso Ávila
lunes 31 de julio de 2023
La última corrida de la Feria de Julio supuso para el maestro alicantino un balón de oxígeno en su carrera: "El momento era delicado", confesaba Josemari

Más de tres cuartos de plaza en la corrida que cerraba la Feria de Julio de Valencia. Se lidiaron cinco toros de Eduardo Miura, de buena presentación, ovacionados todos en el arrastre menos el tercero, que fue pitado, y un toro, el sexto, de Salvador Guardiola que fue silenciado. José María Manzanares (palmas y oreja), José Antonio Campuzano (vuelta al ruedo y dos orejas con dos vueltas al ruedo) y Vicente Ruiz “El Soro” (ovación con saludos en ambos).

Tal como escribía Salvador Pascual para Aplausos, el momento álgido de la tarde vino tras la tradicional merienda: “El cuarto era un toro largo, negro entrepelado, marcado con el número 44, de nombre Domador. Tras huir del primer encuentro con el picador, empujó con fuerzas en el segundo y se arrancó desde lejos en el tercer puyazo con fijeza. El toro tiene casta y persigue a los banderilleros. En la muleta, sin llegar a ser el Navajito de hace unos días en Pamplona (que también relatamos en esta sección),fue ideal. Embestida larga, humillando muy bien y repitiendo una y otra vez. No era fácil estar a la altura de tan extraordinario ejemplar y Manzanares lo estuvo. Soberbia faena con calidad a raudales. Magníficos naturales estupendamente ligados con el de pecho y clamor en los tendidos. Se sale fuera al entrar a matar pinchando (por eso no le dieron la segunda oreja) y media estocada. Una oreja y enorme ovación al toro en el arrastre”.

El mayor de los Campuzano repitió el éxito de unos días antes frente a toros de la misma divisa: “El quinto de nombre Galguero, marcado con el número 76, fue recibido por José Antonio Campuzano con unos preciosos lances rodilla en tierra. Tomó dos puyazos cumplidores. A la muleta va sencillamente colosal aunque algo probón al principio para ir a más a lo largo de la faena y proporcionando una torerísima faena de un torero que venía de ser el triunfador de los sanfermines. Cinco naturales fueron de los que se ven de tarde en tarde. Entusiasmo en los tendidos ante faena tan grande. Una estocada entera hasta la gamuza y muerte espectacular del toro. Dos orejas con dos vueltas y enorme ovación al toro”.

Por su parte, el diestro valenciano Vicente Ruiz “El Soro” se enfrentaba por primera vez a los miura: “El tercero, marcado con el número 57, salió comiéndose el mundo. Como un tren. El Soro se jugó la vida en dos largas de rodillas ante lo que se le venía encima, para seguir con unos lances a pies juntos, muy valientes, resultando enganchado por la ingle con rotura de taleguilla, pero sin más consecuencias. Flojeó en el tercio de varas. A continuación asistimos a un impresionante tercio de banderillas a cargo de El Soro. Pares de extraordinario riesgo dejando llegar mucho al toro. Hizo un recorte en uno de ellos al no reunirse bien con el Miura que estuvo lleno de torería. Un tercio de banderillas digno de ser recordado, protagonizado por el valiente torero de Foyos”.

José María Manzanares se encontraba apagado. Su nombre comenzaba a pasar casi a un segundo plano. Este éxito ante un Miura en Valencia supuso un balón de oxígeno en su carrera. Como el propio diestro confirmaba horas después a nuestro compañero José Luis Suárez-Guanes: “Ha sido algo muy importante. El momento era delicado. He demostrado que el hecho de enfrentarme a una corrida de Miura no eran ninguna bravata, sino algo muy serio y que había meditado largamente”.

Así pues, en esta Feria de Julio de Valencia, otro alicantino, Manzanares se reencontró con un miura que encauzó su carrera, como el año anterior había sucedido con Luis Francisco Esplá, con el toro Dadito, también de la divisa de Zahariche.

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