Marcos, preparándose en el campo. Foto: Diego AlcaldeUn año totalmente atípico. Así define Marcos la temporada 2020, la que a la postre se convertirá en una de las más importantes de su vida ya que será, si las circunstancias lo permiten, en la que dé el salto de escalafón para convertirse en matador de toros. “Cualquier torero que vaya a tomar la alternativa, cualquier chaval que sueñe con ser torero, un día como el de la alternativa no es comparable a ninguna otra fecha”, admite ilusionado el madrileño.
“Nacer en la familia que he nacido me ha hecho ser consciente de lo duro que es ser torero por eso he tenido tantos miedos en mi vida, incluso excesivos”
Será el 19 de septiembre en la que puede estar considerada como la capital de la tauromaquia francesa: Nimes. “Cuando sabes que vas a tomar la alternativa lo primero que te invade es una ilusión tremenda y una vez pasas lo bonito de la ilusión viene la responsabilidad. Piensas en Nimes, en que es una plaza de primera en la que están todas las figuras y te estás jugando un puesto que muchos toreros quisieran ocupar… ahí viene la presión”, reconoce Marcos al tiempo que se muestra encantado con el cartel del doctorado. “Desde luego siempre he querido que el día de mi alternativa fuera con un toro de casa y así será. Mi padrino, José María Manzanares, es una figura del toreo a la que yo admiro muchísimo por encima de todo y como persona no se le puede poner un pero. Jual Leal puede ser el torero francés con más ambiente del momento y con una temporada 2019 arrolladora”.
Aunque el madrileño tenía previsto tomar la alternativa esta temporada admite que con la llegada del coronavirus todos los planes se esfumaron. “Había cosas en mente aunque nada cerrado en firme, pero sí sabía que la de 2020 iba a ser la temporada de mi alternativa. Idea que me quité de inmediato con la llegada del Covid-19, pensábamos que no iba a torear nada, que iba a ser un año en blanco y por suerte no solo no es así sino que encima voy a tomar la alternativa en Nimes”.
Mientras llega la fecha, la preparación está siendo intensa. “Este año, aunque no se esté toreando en las plazas de toros, sí se está toreando en el campo como nunca se ha hecho y como probablemente no se vaya a hacer jamás. Es el año más activo de campo de toda mi vida”.
“Con la llegada del Covid-19 pensábamos que no iba a torear nada, que iba a ser un año en blanco y por suerte no solo no es así sino que encima voy a tomar la alternativa en Nimes”
El día de su alternativa será la primera vez que vista de luces desde que lo hiciera por última vez el 30 de septiembre del pasado año, con lo que las ganas por volver a vestir el terno son incalculables. También la incertidumbre. “Tienes esa duda de si se dará la corrida o no, sobre todo por lo que está pasando últimamente con muchos festejos en España, especialmente en la Comunidad de Madrid. No tengo la seguridad al cien por cien de que se vaya a dar pero sí me deja más tranquilo que sea en Francia, donde van muy por derecho; y que Simón Casas es un gran profesional que tiene las cosas muy claras y que no da margen de error. Todo ello me da tranquilidad”.
Hijo de Maximino Pérez y nieto del recordado ganadero Domingo Hernández, Marcos sabe perfectamente dónde se mete. “Nacer en la familia que he nacido me ha hecho ser consciente de lo duro que es ser torero por eso he tenido tantos miedos en mi vida, incluso excesivos. Pero ahora tengo claro lo que quiero. Quiero triunfar, que todos estén a gusto y que yo pueda recordar el día 19 como uno de los días más bonitos de mi vida”.
