La Revolera

Mucho sufrimiento y diversión cero

Paco Mora
martes 12 de julio de 2011

Los de Miura se dejaron las ganas de embestir por derecho en Zahariche. Sosos y vulgarotes…

Los de Miura se dejaron las ganas de embestir por derecho en Zahariche. Sosos y vulgarotes los cuatro primeros y con peores ideas que un murciélago loco los dos últimos. En fin, un antídoto contra la gracia la armonía y la belleza del toreo. Si me lo permiten los enamorados del toro que obliga al torero a un ejercicio de funambulismo, sobre la delgada línea que separa la bronca de la enfermería. Padilla, con toda su experiencia en estas guerras, se vio imposibilitado de ofrecer su habitual espectáculo, dada la mala condición de su lote. Cabezazos, pitonazos dirigidos a la estratosfera, muchos kilos, más largos que un día sin pan y revolviéndose en un palmo de terreno, con semejante material bastante hizo el de Jerez con salir por su pie de la plaza de Pamplona. Ni San Fermín se atrevió a echarle un capote  a Rafaelillo que puso sobre la arena todas las cartas de su esforzada baraja. Serafín Marín, fue el que anduvo con menos apuros ante la miurada. Es de suponer que a los que les gusta ver a los toreros aperreados y pasando un quinario no les gustaría que Serafín intentara tratar a las legendarias fieras corrupias como si fueran de otra ganadería cualquiera, de las llamadas comerciales. Pero para los que contemplamos el toreo como arte, el de Montcada i Rexach salió con un notable en el bolsillo del chaleco del primer encuentro de su vida torera con los de Miura.

Lo dije una vez delante del dueño de la ganadería hace muchos años. Fue en la finca de Luis Algarra Polera, y todos los presentes se echaron las manos a la cabeza aunque cuando se fue el ganadero me dieron la razón: si tuviera un hijo torero le rompía las dos piernas antes de dejarle que toreara una corrida de Miura. Si, ya sé que en aquel sitio en el año tal y en aquel otro del año cual salieron sendos toros de esa ganadería que se comportaron como si fueran toros bravos y no alimañas… Pero, lo más probable es que salgan estirando el cuello en busca de la femoral del torero, y tirando cornadas hasta con el rabo.

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando