BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

Nek y Navalón, tiempos para soñar

José Luis Benlloch
domingo 28 de mayo de 2023
Los dos novilleros valencianos tienen cualidades para abrir una vía de competencia en los ruedos

Tiempos para soñar. Nek, la última revelación de Valencia, no camina solo, tiene competencia. Afortunadamente. Samuel Navalón, valenciano en la escuela de Albacete, engrosa la lista de ilusiones de la tierra y a buen seguro intentará disputarle el favor de la afición. Vencedor en los certámenes de Ciudad Rodrigo, Vistalegre y el de la plaza francesa de Bougue, una oreja en Valencia, dos en Castellón y un reciente indulto en Bargas, se dirige con fuerza al debut con picadores, lo que debe suponer un nuevo horizonte y la reactivación del interés por los toros en Valencia. Con un dueto de ese calibre bien encauzado y más allá de lo que la idea tenga de sueño, se acumulan argumentos para creer. La inmediata coincidencia de ambos en el escalafón de plata abre las puertas a una nueva (y expectante) competencia y se convierte en una doble esperanza para los aficionados, posibilidad que deberían tomar en cuenta los gestores de la plaza de Valencia y aprovechar la ocasión teniendo en cuenta que no hay mejor palanca para la consolidación de una empresa que el lanzamiento que un torero local y si son dos aún mejor. Para potenciar situaciones así existe una fórmula de siempre que no se puede obviar, acartelarlos con ganado de garantías.

Hay argumentos para pensar que se está ante una ocasión única con permiso de la suerte. El que uno sea de Algemesí y el otro de Ayora, situar la Ribera valenciano parlante frente a la Valencia castellanoparlante del Valle de Cofrentes, abre el camino a un pulso cultural en los ruedos, pero también en los tendidos con antecedentes muy esperanzadores. No se puede obviar que algo semejante ya se produjo en generaciones no muy lejanas con gran éxito y como soñar ni tiene censuras ni fronteras, ahí queda la idea. Que no se hayan anunciado ya los carteles de los festejos de octubre -hay que dar una novillada por obligación del pliego de concesión en torno a la festividad de la Comunidad- da opciones para que la idea salte de las tertulias y los medios a los ruedos en lo que debería convertirse en un cinematográfico ¡silencio, se rueda!, en este caso ¡atención, se sueña, se torea!

Más allá del dibujado contraste cultural hay una realidad artística que avala la idea. Los dos chicos pueden presumir de buenas notas toreras y lucen estilos clásicos pero diferentes. De perfil más vertical Nek, que tiene porte de torero importante; de mucho asiento y perfil más actual Samuel; ambos, por ahora, con amplias dosis de lo que los aficionados llaman valor, que en realidad es seguridad y disposición delante de los novillos; los dos están en periodo de formación y allá donde no les alcanza el oficio llegan con el arrojo, que es virtud de lo más emocional; y como consecuencia de todo lo anterior ambos parecen felices y suficientes en la plaza, y ese no sufrir hace pensar que tienen margen para el progreso artístico. Por todo ello, ambos y de eso hay señales evidentes, tienen muchos seguidores que han acudido puntuales cuando se les ha anunciado en Valencia. Se trata de una militancia, en realidad una gran suerte, muy a tener en cuenta por la cuestión pasional pero también como argumento ante los empresarios.

CLÁSICOS Y DISTINTOS

Otra señal que advierte de sus posibilidades es que ambos ya tienen detrás a sendos profesionales con experiencia que les representan. El tándem Santiago López/Juan Ruiz con Nek, Nemesio Matías con Navalón. Aunque en estos momentos militan en categorías distintas, la realidad no les separa tanto. Mientras el de Ayora está a punto de debutar con picadores, el de Algemesí ya lo hizo, aunque suma solo cuatro paseíllos con los del castoreño que se cuentan por triunfos: dos tardes de éxito en Valencia, de la primera salió triunfador de Fallas y en la segunda abrió la puerta grande de la calle Xàtiva; en una anterior lo declararon justamente triunfador de Algemesí; y en la cuarta dio un aldabonazo en Casas Ibáñez ante las cámaras de Castilla la Mancha televisión, que supuso todo un trueno de aviso entre los profesionales.

En cualquier caso, con ellos ni se cierra el círculo ni se está al margen de los avatares de la suerte, en el toreo siempre hay sitio para la sorpresa o el tapado que sería bienvenido, y hasta para la decepción, pero ahora es momento de soñar y creer.

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