Nimes está de celebración. Se cumplen 70 años del nacimiento de la Feria de Pentecostés. Aquel 1952 se alumbraba, con tan solo dos corridas de toros, la que después se convertiría en una de las plazas más importantes del mundo. Y si hay alguien responsable de situar a Nimes como una referencia mundial, de ponerla en valor y cotizarla en la bolsa de la tauromaquia, ese es Simón Casas. El productor lleva más de 40 años al frente de esta plaza. Toda una vida. Volcado con una fe ciega en hacer de Nimes un espacio mágico para la tauromaquia. De aquellas dos corridas del 52 y una sola feria ha pasado a los ocho festejos que se han programado para este curso, a crear incluso una segunda feria, la de la Vendimia. Un anfiteatro que ha sido testigo de tantos y tantos acontecimientos que se fraguaron en la mente de Simón y se materializaron con éxito en este ovalado ruedo.
Simón Casas se erigió, desde que tomó las riendas de este coso en 1980, como un emperador francés que luchó contra viento y marea por entronar a esta feria. Y lo ha conseguido. Hasta cinco gobiernos municipales distintos han estado al mando de la ciudad y ninguno se ha interpuesto en su camino, el mismo por el que siguió con paso firme siendo fiel a sus convicciones, sin mirar otro interés, el suyo nunca fue una prioridad, que no fuese darle categoría a su niña bonita, enriqueciendo no solo la tauromaquia sino la propia ciudad en todos los aspectos.
Es por ello que en este aniversario de la feria de Pentecostés es de justicia reconocer la figura del productor francés. Nimes no sería la misma sin Simón. Y viceversa.
LA FERIA DEL ANIVERSARIO
Ocho festejos componen el abono del 70 aniversario de Pentecostés. Un festejo más que lo habitual antes de la pandemia. Y es que Simón Casas ha querido escenificar esa universalidad de la tauromaquia añadiendo una corrida portuguesa, que junto a la camarguesa y la tradicional lidia ordinaria completan ese guiño universal que ha querido poner de manifiesto el productor.
Si hay alguien responsable de situar a Nimes como una referencia mundial, de ponerla en valor y cotizarla en la bolsa de la tauromaquia, ese es Simón Casas. El productor lleva más de 40 años al frente. Toda una vida.
Pero lo que de verdad confiere relieve a este ciclo no es la cantidad sino la calidad de los festejos, programados bajo la premisa de que cada tarde se viva como un acontecimiento. Es por ello que Simón ha aplicado la fórmula que convence y que tan buenos frutos está dando en este inicio de temporada, como es la de combinar las figuras consolidadas con las jóvenes promesas.
De los primeros están todos: Roca Rey, Morante, Manzanares, El Juli, el tan querido en esta plaza Curro Díaz… y hasta Talavante, cuyo regreso a Nimes supone un gran atractivo. De los jóvenes, esos que vienen batiéndose el cobre para destronar a los anteriores, no podían faltar Juan Ortega, Pablo Aguado, Alejandro Marcos y Tomás Rufo. Estos dos últimos confirman alternativa y su presencia ha despertado interés, sobre todo por ver al toledano después de sus golpes de atención en Castellón y Sevilla, donde abrió la Puerta del Príncipe. También en este grupo entran Juan Leal y El Rafi, que siguen en su escalada por convertirse en esa máxima figura que tanto espera Francia. Y sin olvidarse de Guillermo Hermoso de Mendoza, otro joven que pide paso a gritos en el rejoneo, y que estará junto a su padre, el maestro Pablo, de modo que no se lo van a poner nada fácil a Lea Vicens, que tiene dos oportunidades para demostrar su categoría a sus paisanos.
La cuarta es El Parralejo, divisa que debuta en Nimes. Los toros del llorado Pepe Moya se presentan en las arenas nimeñas en un momento ideal, pues el paso de lidiar novilladas a corridas de toros está teniendo resultados más que satisfactorios. De hecho, la corrida lidiada en Sevilla en la pasada Feria de Abril propició que Daniel Luque abriera la Puerta del Príncipe.
También en el aspecto ganadero se nota ese guiño universal con una ganadería lusitana, la de Irmaos Moura Caetano para rejones, y otra francesa, la de Roland Durand, para la novillada.
Frederic Pastor, que junto al alcalde de Nimes, Jean Paul Fournier, recibió un brindis de El Juli en reconocimiento a su labor
El Ayuntamiento de Nimes se ha volcado por completo en el 70 aniversario de la Feria de Pentecostés. La celebración lo merece, tal y como expone el Teniente de Alcalde y responsable del área de tauromaquia y festividad, Frederic Pastor: “La ciudad de Nimes valora mucho el trabajo que se ha hecho en el sentido taurino y por tanto hemos puesto interés en el toro, tanto en la plaza como en la calle. Por eso, habrá en las paredes del anfiteatro una exposición fotográfica a cargo de Michel Pradel de los toreros más representativos que han pasado por Nimes como Dominguín, Ordóñez, Nimeño, Ojeda, José Tomás… Además, en el Museo de las Culturas Taurinas habrá una exposición que hará un recorrido histórico, a través de fotografías y carteles, de las últimas ferias de Pentecostés”.
Para Frederic, la feria taurina supone “una gran inyección cultural y económica a nuestra ciudad, aporta muchísimo. La feria se ha convertido en un acontecimiento internacional, en un evento al que no puede faltar cualquier aficionado”. En ese sentido, valora la figura de Simón Casas: “Ha sido clave porque apostó por esta plaza con ideas novedosas que al final han dado sus frutos”.
Pastor es también un excelente aficionado. Esta es su opinión sobre la feria programada para este año: “Estamos muy contentos de contar con figuras de la talla de Juli y Manzanares, que son dos “consentidos” en esta plaza. Y de toreros jóvenes como Tomás Rufo después de su reciente triunfo en Sevilla. Hay mucha fe puesta en los novilleros y toreros franceses. Después de dos años sin feria de Pentecostés, la ilusión está por las nubes con esta feria larga y muy interesante para celebrar el 70 aniversario”.
