La corrida del conde de la Maza ha salido “supercalifragilística espialidosa”, frase cabalística, sin traducción alguna, pero que definió el éxito de Julia Adams y Dick Van Dick en la película “Mery Popins”…
La corrida del conde de la Maza ha salido “supercalifragilística espialidosa”, frase cabalística, sin traducción alguna, pero que definió el éxito de Julia Adams y Dick Van Dick en la película “Mery Popins”. Ninguno de los seis ha dicho demasiado; unos se acabaron al cuarto pase y otros al sexto. El que se equivocó y duró algo más, es posible que le haya arreglado la temporada al manito Joselito Adame. Porque el mexicano estuvo con “Puritito” muy centrado, muy remetido en sí mismo y toreando muy despacito y muy bien. Ya con la “lopecina” en el tercio de varas presentó sus cartas credenciales, diciendo “aquí estoy yo para quien quiera algo de mí” como el Burlador de Sevilla. El cornúpeta se rajó como todos, pero se distrajo un poquito buscando la huida y se quedó sin una oreja justamente ganada por Adame tras un estoconazo a fe. Tiene su personalidad este Joselito hidrocálido que sabe hacer el toreo y se toma muy en serio lo de vestir el traje de luces.
Salvador Cortés en su primero realizó la mejor interpretación del natural de la tarde. Luis Bolívar vive un buen momento profesional y de haberle durado su lote algo más habría tocado pelo. Pero los de mi amigo Poli, que en paz descanse, han caído en barrena. Alguien ha querido meterlos en el circuito de los que les gustan a las figuras y los ha dejado imposibles “para vos y para mí”, como decía el clásico sobre la adúltera. Antes por lo menos servían para pegarse el arrimón y cortarles las orejas eran palabras mayores. Ahora, ni para eso. ¡Ay si Poli levantara la cabeza! Porque él tenía muy claro el tipo de toro que quería…
