(Foto: Isabelle Dupin)Thomas Dufau perdió premio con la espada ante el buen sexto de Zalduendo y Morante sorteó dos reses de pocas posibilidades.
FOTOS DE ISABELLE DUPIN DEL FESTEJO
Manzanares, con el mejor lote de Zalduendo, ha abierto la primera puerta grande de la Feria de la Madeleine de Mont de Marsan. El alicantino, que logró un trofeo de cada astado que estoqueó, salió a hombros al término de un festejo en el que Thomas Dufau perdió premio con los aceros y Morante de la Puebla sorteó dos reses de escasas prestaciones.
El segundo fue un toro más hecho que su anterior hermano. Empujó bien en el caballo sobre un pitón en el primer encuentro y tomó un segundo puyazo más medido, llegando al último tercio con cierta boyantía y alegría en sus arrancadas. Manzanares lo templó en dos series sobre la diestra en un conjunto a más y que creció de mitad de faena en adelante. Dos series al natural fueron redondas por su ritmo, largura y templanza. Le dio tiempo al toro el alicantino entre tanda y tanda, recetando un cambio de mano extraordinario antes de una estocada en la suerte de recibir. Tardó en doblar el toro. Oreja.
Largo y bien hecho fue el quinto, que no se empleó en los primeros tercios pero fue a la postre otro buen animal que completó el mejor lote de la corrida. Sin embraguetarse al principio, Manzanares cuajó en la segunda parte de la faena al toro con series de notable acople y ritmo frente a un animal noble, franco y que se desplazaba con claridad. Elegancia y empaque en las formas del alicantino. Suavidad en los muletazos. Dio una última serie casi de frente al natural, coronando su labor de un estoconazo marca de la casa. Oreja.
Morante de la Puebla instrumentó una faena correcta y con alguna pincelada de buen gusto frente al primer zalduendo, de escasa fuerza y corto viaje. Calamocheó el toro en banderillas y antes se empleó con discreción en el peto. Un inicio muy torero, con dos trincherazos de categoría y tres naturales notables, fueron lo más destacado de un trasteo que no pasó de aseado. No se dio demasiada coba el diestro sevillano ante el cuarto, que en la segunda serie comenzó a protestar y se acabó a las primeras de cambio. De nuevo un garboso arranque de faena resultó lo más reseñable de su actuación.
Thomas Dufau saludó una ovación tras pasaportar al tercero, un toro de poca fuerza pero al que el francés hilvanó una labor fundamentada sobre la mano derecha en varias series entonadas y obligando a su oponente. No hubo acople al natural dentro de un conjunto estimable. El sexto fue el animal más completo del encierro. Noble y con un tranco extraordinario, fue recibido por Dufau a porta gayola. La res, que cumplió en la primera vara y cobró sólo un picotazo en la segunda, se llevó un quite de Morante por chicuelinas y media y una réplica por tafalleras del propio Dufau. La faena de muleta, iniciada con dos pases cambiados en el centro del platillo, siguió con dos importantes series diestras, excelente la segunda de ella. Al natural, otra serie resultó superior. El astado derrochó fijeza, clase y alegría, pero el matador, que concluyó con dosantinas, desplantes y una última serie por luquecinas, no mató bien y se esfumó el premio. Hubo una gran ovación para el zalduendo y para el torero, que se negó a dar la vuelta al ruedo.
Mont de Marsan (Francia), miércoles 16 de julio de 2014. Toros de Zalduendo, correctos de pitones aunque algo terciados y de juego desigual, destacando en cuanto a buen juego el lote de Manzanares y el sexto. Morante de la Puebla: Silencio y pitos tras aviso; José María Manzanares: Oreja tras aviso y oreja; Thomas Dufau: Ovación con saludos en ambos. Entrada: Casi lleno.
