Curro DíazSon días bonitos. De esperanza. De pan nuevo como canta la Loles. El duro, que lo hay, lo orillamos, es una necesidad contra el agobio, el respiro. Unos hacen planes, otros aceran las críticas que también hace falta. Te ilusionan los carteles, en realidad unos más que otros. Los mata se van de tentadero, hay que decir también que unos más que otros, que con la reducción de las ganaderías las vacas son pieza codiciada y hasta cotizada, que de todo hay en este mundo de Dios.
Son días bonitos. De esperanza. De pan nuevo como canta la Loles. El duro, que lo hay, lo orillamos, es una necesidad contra el agobio, el respiro. Unos hacen planes, otros aceran las críticas que también hace falta. Te ilusionan los carteles, en realidad unos más que otros. Los mata se van de tentadero, hay que decir también que unos más que otros, que con la reducción de las ganaderías las vacas son pieza codiciada y hasta cotizada, que de todo hay en este mundo de Dios. En mis tiempos algunos te echaban de las fincas, mal hecho, ahora no, ahora muchos de aquellos mismos te abren los brazos y te cobran los tentaderos, a tanto la vaca. Eso es peor que aquello, sobre todo porque no es buen síntoma ni mucho menos bonito. Dejémoslo en será necesidad. Son días también de firmar contratos, de apoderamiento, de corridas, de plazas, Alberto García con su Burgos está que no cabe de gozo, lo suyo ha sido como el triunfo de un David bíblico y al hilo del tema plazas, los ojos y la atención están puestos las últimas horas en Zaragoza y en El Puerto, alerta todos a qué pasará, a si se cumple la palabra gremial y sobreentendida de no acudir a la cita del oprobio. Es tiempo en el que lo bueno te ilusiona especialmente y ante lo malo todavía te dices, tiene arreglo…
La torería de Curro ya no es noticia por sabida pero alimenta el espíritu y es necesaria para explicar las cosas del querer que tienen poco que ver con las cosas de las modas
Por todo eso el conjunto huele a esperado reencuentro, a comienzo de curso. Son las mismas caras que dejaste de ver hace unos días más alguna nueva, pocas, se siente optimismo y propósitos de enmienda. Me alegro de verte… Este otra vez ¡qué pesao… te dices, ¿Te acuerdas de…? ¿Este quién es..? Son la letra y música de la realidad, la que suena estos días cuando haces clic en aplausos.es, que por cierto anuncia renovación, un lifting que espera gustar a su cada día más multimilenaria audiencia, ¡que le echen un galgo! diría un castizo, crecimiento exponencial del joven aplausos.es, que siguiendo con el casticismo diré que se desparrama por miles ¡qué gozo! por todos los rincones del mundo, por el teléfono, por la tableta, por el ordenata, con alarmas, sin alarmas, con vídeos, con fotos ¡cúrate pronto Arjona! Sí, sí, está cogido, a él le hubiese gustado más si tenía que ser que hubiese sido en un festival pero fue currando y por mucho que su curro sea arte no es lo mismo. Ya está mejor, quede claro, tranquilos. Ya puede contar cómo fue aquel día que un toro de Cuadri y en puntas, claro, se lo llevó por delante y se vino arriba con mucha raza para enviar el reportaje.
Para asegurarme de lo que estoy escribiendo, clico aplausos.es y el primer mensaje pone en valor la torería de Curro Díaz, que le ha hecho brujerías a un toro de Victorino en Vistalegre. La torería de Curro ya no es noticia por sabida pero alimenta los espíritus y es necesaria para explicar las cosas del querer que tienen poco que ver con las cosas de las modas. Y en esa línea de discurso, sobre lo que es fondo de armario y lo que es moda, siempre está Victorino, eterno el espíritu de Victorino el Grande e intenso este nuevo Victorino 2.0, que no lo va a desmerecer. El riesgo de la segunda generación dilapidadora de glorias paternas está neutralizado. Y en medio de ambos emergió un Emilio de Justo, aguerrido y hambriento, emergente, lo vi por CMM TV, que pide protagonismo en un reparto de papeles que siempre acompañó la trayectoria de los victorinos, especialistas en rescate de toreros. Por todo ello y por las más de seis mil personas que acudieron a verles, un lleno en otra plaza, el reto de dar toros en Vistalegre se salvó con nota y esperanza. Es posible la hazaña, vale la pena insistir, la clientela existe, sólo hay que atraerla.
Emilio de Justo, aguerrido y hambriento, emergente, pide protagonismo en un reparto de papeles que siempre acompañó la trayectoria de los victorinos, sacar toreros
Bajas el cursor de aplausos.es y te encuentras a Ponce acaparando premios en Medellín, también en Medellín, como en Bogotá, Manizales o Cali… Colombia a sus pies. Pasaron los años de aquella reñida y pasional competencia con Rincón, cuánta lágrima y cuánta gloria, y el de Chiva mantiene el ritmo, derribando muros, también en México, donde la política de bloques sigue intentando ponerle sordina a su avance artístico y vital propio de un César… en este caso romano. No se dan cuenta de que no hay quien le pueda poner puertas al campo o freno al maestro. En la misma página ves cómo se mueve el madrugador Castellón, un derroche de promoción, de la Plana al Maestrazgo, incluso más allá, pueblo a pueblo, comarca a comarca aparecen recubiertas de carteles con especial incidencia, el corazón es el corazón, con Varea y los victorinos, otra vez Victorino, el mismo que estará en la apertura de Las Ventas. Hay más noticias para ilusionarse, es el tiempo, en este caso con los novillos de El Parralejo, pedazo de novillada, sin olvidar, faltaría más, a los mismos chicos/chicas de Vistalegre, Toñete, Téllez y Rocío. Pan nuevo.
Colombia a sus pies. Pasados los años de aquella reñida y pasional competencia con Rincón, cuánta lágrima y cuánta gloria, Ponce sigue rindiendo muros, también los de México, donde la política de bloques le sigue intentando poner sordina…
DOLOR POR ARÉVALO.- Y todo acaba con el dolor de un adiós, se fue Arévalo, el primero, el auténtico, el padre, el más grande, el que llenaba las plazas del mundo mundial y salvaba la cartera de las ferias. El mismo que estuvo en el top de la historia cómico-taurina-musical, cuánta nostalgia, qué tiempos, a la altura, no entremos en mayores competencias, del gran Llapisera, de Laurelito -del que decían los que más sabían en el tema que fue único-, del Bombero, del otro Bombero, de Manolín, del Toronto…; el mismo que le cogía el aire a Cantinflas o a Chaplin y al momento no sabías quién era quién, el mismo que igual desternillaba a los niños de risa -y a los mayores- que se echaba un baile con los novillotes que le echasen y se los echaban bien hermosos. Cien años estuvo con nosotros, cien años de vivencias, un tipo querido y admirado. Tanta paz lleve como alegría nos dejó. Lo recordamos como se merece.
