MADRID

Mucho trapío y percance de Navarrete

Desmesurada novillada de Los Chospes, ante la que el jienense sufre una cornada de 15 cms.; destaca Diego Carretero con su lote a pesar de las complicaciones
Gonzalo I. Bienvenida
domingo 29 de abril de 2018

Fotos: JAVIER ARROYO

Un castaño con cuajo y seriedad, en basto, abrió la novillada de Los Chospes. Un toro de cualquier plaza, inadmisible como novillo. Embistió con la brusquedad que delataban sus hechuras. Diego Fernández tampoco se dio mucha coba, naufragando entre las violentas oleadas del novillo y del viento. La estocada cayó muy baja. También falló en repetidas ocasiones con el descabello. Silencio.

Muy buena actitud mostró Diego Carretero desde el saludo capotero al segundo con una larga cambiada de rodillas. Las verónicas posteriores llegaron al tendido por su entrega. Carretero trató de lucir en el caballo de Óscar Bernal al de Los Chospes, mejor hecho que el primero, pero el novillo cumplió en la media distancia sin lucimiento alguno. El albaceteño inició la faena en el 5, con mando y genuflexo pero rematando por alto. Carretero dio generosa distancia al de Los Chospes quizá para aprovechar la inercia, una vez que estaba en su jurisdicción el novillo derrotó la franela con aspereza. Hubo algunos muletazos buenos, mejor con la mano izquierda que con la derecha pero continuamente tropezados por la violencia y la falta de recorrido del novillo, que no regaló nada. Se tiró muy de verdad a matar pero le cayó baja la espada. Silencio.

El tercero regresó a las hechuras del primero, un pavo, un auténtico toro. García Navarrete volvió a Madrid un año después de la brutal cornada que sufrió en el cuello en este mismo ruedo. Pronto se puso a torear de capa, con mucha convicción. El novillo cogió por los pechos al caballo de Antonio García que había señalado arriba y lo derribóa aparatosamente. El novillero acudió raudo al quite a su padre sin mayores consecuencias. Brindó el novillo a García Padrós, tan determinante en su milagrosa recuperación. El novillo resultó encastado en la muleta pero le faltó entrega para que el jiennense pudiera redondear su buen hacer. Hubo muletazos asentados, con profundidad y reunión. Tal fue la entrega de García Navarrete que resultó prendido en dos ocasiones, la primera con un derrote en el glúteo y la segunda con una cornada en el muslo derecho al entrar a matar tras tirarse como una vela.

Otro exagerado toro fue el cuarto novillo de Los Chospes. Con caja, pecho y alzada de toro en cualquier plaza. Muy sangrado en el caballo y oportunamente lidiado por Sergio Aguilar, el novillo llegó sin recorrido a la muleta de Fernández. El novillero no encontró de nuevo la confianza necesaria para andar solvente. Tras tres pinchazos se echó el novillo, pitos para Fernández.

Buena imagen volvió a dar Diego Carretero en el descomunal quinto de la tarde. Otro ejemplar totalmente exagerado de Los Chospes. El novillero cuidó la colocación en todo momento para extraer algunas tandas relevantes sobre la mano derecha. El novillo soltó la cara con violencia pero Carretero continuó con determinación. Palmas tras pinchazo y estocada.

El sexto continuó con la desproporcionada tónica de la presentación de la novillada. Una barbaridad en su conjunto. Diego Fernández estoqueó este novillo por García Navarrete. Tuvo mejor disposición que en los anteriores pero tampoco se entendió. Pitos.

Madrid. Domingo 29 de abril. Novillos de Los Chospes. Diego Fernández, silencio, pitos, pitos. Diego Carretero, silencio y palmas; García Navarrete, silencio. Entrada: Menos de un cuarto de aforo. Saludó Francisco Javier Rodríguez en banderillas

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