FERIA DE LA VIRGEN DE LA VEGA

López Chaves, regreso y efeméride en Salamanca

El salmantino vuelve a La Glorieta en su vigésimo aniversario de alternativa y tras siete años de ausencia
José Ignacio Galcerá
miércoles 12 de septiembre de 2018

La vuelta a la plaza de toros de su tierra no podía producirse en fecha más especial. Este sábado, día en el que se cumplen dos décadas de su doctorado en este mismo escenario, Domingo López Chaves hará el paseíllo de nuevo en La Glorieta. Siete años han pasado desde su última tarde, fecha, precisamente, de grato recuerdo para el torero charro puesto que salió a hombros con una corrida de La Campana. Tras unas temporadas complejas para él, en las que Francia ha sido su tabla de salvación, Salamanca, su tierra y su gente, le brinda la oportunidad de celebrar una carrera de absoluta dignidad y respeto por el toreo.

-Ya tendría ganas de volver a la Glorieta.

-Muchas, muchísimas y más en un año tan especial para mí como es este 2018 en el que celebro el vigésimo aniversario de mi alternativa. Llevaba siete temporadas sin aparecer en la feria de Salamanca, una plaza a la que desde que debuté con picadores no había fallado nunca.

-Para un torero charro como usted, que se ha criado en esta plaza, la espera le habrá resultado eterna.

-Muy larga porque esta es mi feria y en la que todos los toreros de Salamanca queremos estar. A mí se me ha hecho largo este tiempo sin hacer el paseíllo aquí pero siempre he tenido el sueño y el deseo de volver a torear. Estos últimos años habré toreado más o menos pero lo que no he dejado de hacer en ningún momento ha sido vivir por y para el toro.

“Estos últimos años habré toreado más o menos pero no he dejado en ningún momento de vivir por y para el toro”

-Hará el paseíllo el 15 de septiembre, el mismo día en que tomó la alternativa dos décadas atrás.

-Tengo mucho que agradecer a la empresa el gesto y la sensibilidad que han tenido conmigo. Este año es cierto que he pisado plazas importantes de Francia pero aquí en España no he ido a ninguna, así que detalles como este son para reconocerlos. Perfectamente podrían haber puesto a otros toreros, no digo con más méritos que yo pero sí que son más nuevos y el público los quiere ver. El gesto es para quitarse el sombrero.

-El último precedente es muy bueno. En 2011 salió a hombros con una corrida de La Campana.

-Me acuerdo perfectamente de todas las tardes que he toreado en Salamanca. Ya ha pasado tiempo de aquello y no se dio mal la cosa. Esta es una plaza en la que yo me he sentido muy arropado. Dicen que nadie es profeta en su tierra pero yo me siento querido aquí. Cuando un torero se muestra tal y como es, que es lo que he tratado de hacer yo siempre, los públicos se entregan. Recuerdo que cuando se presentaron los carteles y dieron mi nombre, la afición lo acogió con agrado y eso son muestras de cariño que a mí me enorgullecen.

Siete años hace de esta imagen, la última vez que López Chaves toreó en la Glorieta. Foto: Carlos Pereletegui

-Si echa la vista atrás, ¿qué le sugieren estos veinte años?

-Pasan muchas cosas en tanto tiempo, además han sido veinte años en activo de manera ininterrumpida, no ha habido ninguna temporada que lo haya querido dejar ni abandonar. Siempre he estado a punto y preparado, haya toreado cinco corridas o cincuenta. No soy una figura del toreo pero me siento como tal por el cariño que recibo de los profesionales, aficionados, de los ganaderos… en este sentido soy un privilegiado.

-¿Cambiaría algo de lo que le ha sucedido?

-Absolutamente nada. En una trayectoria tan larga como la mía suceden muchas situaciones tanto para bien como para mal pero todo lo que ha sucedido ha sido por algo y me ha servido. Mi carrera ha sido muy digna, con un camino muy recto y respetado. He intentado hacer el bien en todo momento y estoy muy satisfecho de lo que he conseguido.

“Mi carrera ha sido muy digna, con un camino muy recto y respetado. He intentado hacer el bien en todo momento, estoy orgulloso de lo conseguido”

-Sus palabras suenan a despedida

-No, no, para nada. Ahora mismo el toro no me está pesando. Soy padre, tengo dos niños y una familia bien bonita creada y estoy delante del toro más a gusto que cuando tenía veinte años. En ningún momento me he planteado dejarlo a pesar de que la situación es compleja pero tampoco escondo que ya he recorrido más de tres cuartas partes de mi carrera y la meta está cerca. ¿Cuándo? No lo sé, pero está cerca.

-Su carrera no ha sido sencilla. Da la sensación de que siempre le ha tocado remar, remar y remar.

-Las corridas denominadas duras son las que me sacaron de la nada y con las que recorrí muchas ferias. Estoy orgulloso de haberlo hecho porque esas corridas no te regalan los triunfos, anímicamente queman mucho y se pasa miedo con ellas aunque luego salgan toros extraordinarios, pero desgastan. Estar bien en ese circuito ya es mucho y si llegan las orejas es un gran triunfo. Por eso me ha costado tanto, porque los triunfos no llegan con tanta facilidad ni regularidad. Además, cuando estaba en las ferias no había respiro: un día era Cebada Gago, al siguiente Victorino, al otro Adolfo, Miura, Palha, Dolores Aguirre… costaba asumir psicológicamente esa exigencia y el esfuerzo era muy grande. Luego he tenido cornadas duras que me han parado en seco y no es fácil aguantar.

-¿El mejor y el peor momento de estas dos décadas?

-Como mejor momento no diré un triunfo sino el día a día, la temporada tras temporada, la preparación, la evolución de mi toreo, pasar de ser un torero que era todo arrojo y decisión en sus inicios a ser un torero con una técnica y un conocimiento adquiridos que me ayudan a disfrutar delante del toro. En cuanto a los peores momentos, el año que dejé de torear en Salamanca, me cogí un berrinche de los gordos. Luego artísticamente haber pinchado toros que había cuajado pero eso entra dentro del factor suerte.

“No me he planteado dejarlo a pesar de que la situación es compleja pero tampoco escondo que ya he recorrido más de tres cuartas partes de mi carrera y la meta está cerca”

-¿Qué papel ha jugado Francia estas últimas campañas en su carrera?

-Es fundamental, me siento muy respetado. Me llaman para torear, cosa que aquí no sucede tan habitualmente y tengo cierto cartel en algunas plazas como en Vic-Fezensac, donde se me abrieron las puertas desde hace tres años. Tengo un mercado bastante bueno.

-Pese a las dificultades y la dureza del camino, nunca ha dejado de ser optimista.

-Que he pasado momentos malos, sí, pero la ilusión y el deseo de torear han podido a todo lo demás. Si estoy en el mundo del toro es con todas las consecuencias, para estar bien y no para estar por estar. Mientras esté en la profesión, por el respeto y la admiración que le tengo, estaré al cien por cien.

“Veo mi futuro ligado a la ganadería”

Se define como un hombre de campo. Tanto en su faceta de torero como en la de ganadero. En la ganadería familiar pasa horas y horas, repasando y reseñando las novilladas para los festejos de promoción en los que se anuncia. Por el momento ese es el techo que se ha marcado. El propio torero lo justifica de esta manera: “Mientras esté en activo, por respeto a la profesión, no quiero lidiar más allá de novilladas sin caballos. Lo quitamos todo de erales y lo que lidio son festejos de promoción y festivales, de momento no quiero ir a una plaza de repercusión”, señala. La única excepción que ha hecho hasta ahora ha sido lidiar un novillo en el certamen Destino a la Glorieta celebrado en la plaza de Salamanca. “No queríamos lidiar en una plaza de tanta responsabilidad pero nos lo pidieron y no pudo salir mejor porque le dieron la vuelta al ruedo y el premio al mejor novillo”. Pese a que no quiere asumir mayores compromisos, Domingo López Chaves sí que se ve recorriendo un camino como ganadero. “Me veo ligado al campo en el futuro, es lo que sé hacer y lo que me gusta. Mi familia tiene una pequeña ganadería brava y luego también tiene vacas mansas y aquí seguiré, por supuesto”.

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