Fotos: EMILIO MÉNDEZ
Llegó la encerrona del diestro capitalino Federico Pizarro a la plaza de toros Jorge “El Ranchero” Aguilar de Tlaxcala, en una tarde agradable con una gesta ante seis ejemplares de diferentes hierros de la región. A base de actitud y esfuerzo, logró Pizarro desorejar a tres de sus oponentes con los hierros de Reyes Huerta, Felipe González y Montecristo para salir a hombros en una emotiva gesta que terminó con la salida a hombros.
Seminarista se llamó el de Piedras Negras, que hizo de primero de la tarde, un toro bravo y con calidad al que saludó Pizarro por verónicas y chicuelinas. El toro empujó bien en el peto y ya con la muleta, una faena en la que Federico inició doblándose con torería con su oponente antes de dos tandas por el derecho de buena factura. Por la izquierda muletazos templados que calaron en el tendido y un final por manoletinas. Falló con la espada, escuchando un aviso.
Cigar, de la ganadería de Coyotepec, fue el segundo de la tarde, un toro encastado al que saludó Pizarro con una larga cambiada de rodillas y después a la verónica. El toro tumbó al picador aparatosamente. Con la muleta inició Pizarro su labor doblándose y un par de tandas por la derecha. Cambió a la izquierda, por donde el astado vino a menos, desarrollando peligro y vendiendo cara cada embestida ante la firmeza de Pizarro, que dejó la espada en buen sitio.
Harinero, con el hierro de De Haro, fue el tercero de la tarde, un toro complicado, con raza. Un quite por chicuelinas antiguas de buen gusto antes de brindar a los matadores de toros El Zapata, Jerónimo y Juan Luis Silis. Con la muleta hizo el esfuerzo ante un ejemplar que le dio pocas opciones.
Fe de Honor fue el cuarto de la tarde, con el hierro de Reyes Huerta, que cumplió en el caballo. Se desmonteró El Niño del Bar en banderillas. El de Reyes Huerta fue un buen toro, con calidad, al que le cuajó una buena faena Pizarro dejando muletazos sentidos y artísticos que calaron. Una estocada un tanto caída pero suficiente le sirvió para cortar la primera oreja de la gesta.
Guadalupano, de la ganadería de Felipe González, fue el quinto, un ejemplar que tuvo fijeza y dio buen juego aunque fue a menos, aun así, Pizarro, a base de oficio y de actitud, le hizo la faena por ambos lados culminada de una gran estocada que le valió para pasear una oreja.
El que cerró el festejo se llamó Que bien, con el hierro de Montecristo, un toro incierto de salida. En banderillas se desmonteraron Gustavo Campos y Fernando García. Pizarro brindó al respetable para después hacer el esfuerzo y cuajar algunos muletazos en los que se mostró por encima del de Montecristo. Una estocada en buen sitio le dio la tercera oreja de una tarde triunfal.
Tlaxcala (México), sábado 15 de diciembre de 2018. Plaza de toros Jorge “El Ranchero” Aguilar. Toros de Piedras Negras, Coyotepec, De Haro, Reyes Huerta, Felipe González y Montecristo. Federico Pizarro, en solitario, ovación con saludos, palmas, silencio, oreja, oreja, oreja. Entrada: Mas de media plaza. Se desmonteraron El Niño del Bar en el cuarto y Gustavo Campos y Fernando García en el sexto.
