La Pincelada del Director
Madrid - Feria de Otoño - Domingo 7 de octubre de 2018Madrid - Feria de Otoño - Domingo 7 de octubre de 2018

Ahora les toca a los empresarios

Los empresarios son necesarios y no se trata de que se hagan ricos, se trata de que generen riqueza y eso pasa por una mejora de las condiciones que permita atender mejor la demanda y la calidad del espectáculo. Un empresario empobrecido es una ruina para todos, un empresario ahogado económicamente es una bomba
José Luis Benlloch
martes 18 de diciembre de 2018

Esta semana es el turno de los empresarios. Está bien, conviene/urge su reactivación. Sin empresariado no habría toros y más en los momentos actuales de desenganche de la Administración y con tantos frentes a los que atender o de los que defenderse. Hay que rescatarlos en su mejor versión. Los grandes momentos del toreo siempre se han identificado con grandes empresarios por mucho que con frecuencia recurrente, con razón y sin ella, se les haya convertido en saco de los golpes. El 21 es la fecha, hay Asamblea General de ANOET y de ella se espera lo mejor. En la situación de precariedad actual que vive el toreo es imprescindible un rearme y eso lleva implícito la reorganización de la clase empresarial y su puesta en valor. La atonía y el desinterés en el que estaban establecidos era una de las cuestiones que hacía perniciosamente diferente a este sector de otros. No había patronal y si la había estaba desactivada o excesivamente personalizada o todo a la vez, en realidad no importa cómo estuviese, el caso es que no funcionaba. Era evidente que ellos, que son una pata del banco clave para mantener en pie el toreo, en los últimos años vivían a golpe de inspiración personal, sin la fuerza que da la unidad gremial cuando se trataba de encarar problemas externos o negociar los internos, sin una línea de actuación conjunta, mayores a un lado (ANOET) y jóvenes (ASOJET) o no tan jóvenes a otro, como si no fuese bueno que se retroalimentasen experiencia e ilusiones o como si fuesen muchos cuando cada día son menos como el peor de los síntomas de la salud económica que se vive. Y al final, en los momentos críticos de la toma de decisiones, siempre campeaba una sensación de personalismo tremenda, de tal manera que era sabido que no era lo mismo negociar o llegar a acuerdos antes de una feria que cuando se acercaba otra, ese era un sentimiento taifal absolutamente pernicioso… Pues así estábamos, en realidad así estamos mientras no se remedie y ahora puede ser la ocasión. Por todo ello o como consecuencia de todo ello, la en otro tiempo poderosa y multitudinaria ANOET se fue diluyendo para pasar de las grandes asambleas en las que hacía falta alquilar un teatro hasta convertirse en poco menos que un club privado que podía hacer la asamblea en un taxi camino del restaurante dicho sin ganas de ofender. Eso justo cuando más falta hacía.

El 21 es la fecha, hay Asamblea General de ANOET y de ella se espera lo mejor. En la situación de precariedad actual que vive el toreo es imprescindible un rearme y eso lleva implícito la reorganización de la clase empresarial y su puesta en valor

Ese panorama convierte la próxima Asamblea General de ANOET en la cita de mayor relevancia de los últimos años. Simón Casas, su actual presidente, con ese aire visionario y pasional que le caracteriza, la ha programado poco menos que como una refundación. Ha asumido la realidad que en los últimos años había desactivado en exceso a la asociación y convoca a la búsqueda de los nuevos tiempos con objetivos claros y ambiciosos. Quiere que ANOET sea puente en las negociaciones con la Administración para tratar de frenar la desatención y los escarnios que se vienen sufriendo por parte de ésta, que frecuentemente pide a los toros lo que no pide a otros sectores; quiere darle capacidad de enfrentamiento cuando sea necesario con quien sea necesario; darle capacidad para asumir el diálogo social; darle una imagen nueva pero también un criterio unitario para afrontar el futuro con coherencia. Se trata, de momento, de dar y aportar. Ya vendrá el momento de exigirle.

No había patronal y si la había estaba desactivada o excesivamente personalizada o todo a la vez, en realidad no importa cómo estuviese, el caso es que no funcionaba. Era evidente que ellos, que son una pata del banco clave para mantener en pie el toreo, en los últimos años vivían a golpe de inspiración personal

Simón asegura en las vísperas que ha logrado que se incorporen a la junta directiva varios empresarios jóvenes que hasta el momento pertenecían a la otra patronal (ASOJET) que tampoco era organismo que hubiese satisfecho las expectativas con las que nació y en ese grupo entran nombres de tanta actividad empresarial como Alberto García, Maximino Pérez, José María Garzón y Juan Bautista, que a buen seguro aportarán entusiasmo; pretende darle carácter internacional, idea nada descabellada teniendo en cuenta la abolición años ha de las fronteras y la coincidencia de problemáticas y personajes en el mundo del toro más allá de las nacionalidades implicadas y para ello ha asegurado la incorporación además del mentado Juan Bautista, de Robert Margé, que deben arrastrar a otros compatriotas; y se ha invitado a Rui Bento, de Portugal, para dar voz a los de aquel país.

El intento vale la pena, hay objetivos tan perentorios que se podría decir aquello de “ahora o nunca”, así que es el momento de dejar a un lado los personalismos y sobre todo los orgullos y darle al toreo una herramienta que, si no es suficiente para resolver sus males, sí es necesaria. Unidad, actualización, autocrítica y altura de miras… y ahora barajen. Hay que darles confianza y respaldo a los empresarios, son necesarios y no se trata de que se hagan ricos o dejen de ser pobres, se trata de que generen riqueza y eso pasa por una mejora de las condicione que permitan atender mejor la demanda y la calidad del espectáculo. Un empresario empobrecido es una ruina para todos, un empresario ahogado económicamente es una bomba.

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