Rubén Pinar, tras dar muerte al que abrió plaza, señalaba a los micrófonos de nuestros compañeros de Canal Plus Toros lo siguiente: “El toro tenía claridad pero se ha apagado. Al cuarto o quinto muletazo le costaba mucho. Creo que he estado firme, intentando dejársela siempre colocada. Aunque no ha tenido mala condición ha ido a menos. Lo he matado perfecto. La gente ha pedido la oreja pero las mulillas se han ido demasiado pronto, muy rápido, y el toreo es despacio en todos los sentidos”. Tras pasaportar a su segundo, al que le cortó una oreja, el de Tobarra explicaba: “El toro empezó algo reservón pero luego ha sido bueno y lo he podido cuajar bien aunque la brisa me ha molestado un poco. Comenzó flojo el toro pero he podido dominarle tanto a él como al aire y me lo he dejado caer a la cadera”.
El mexicano, en el toro de su presentación en Pamplona, declaraba: “Ha sido muy complicado, peligroso. Es extraño que se meta tan pronto por dentro con el capote. Me he jugado la vida. La voltereta no ha sido nada. Tan sólo he podido estar firme, ha sido lo único que he podido hacer ante este toro. He cumplido. Lo he rematado de un espadazo”. Respecto a su segundo, comentaba: “Era muy complicado, tenía algo de buen fondo por el pitón izquierdo pero siempre con la cara suelta. Le pegué algún muletazo bueno pero es difícil construir faenas con toros así. Llevo tres corridas en España y ahora toca madurar y aprender más”.
Por su parte, Esaú Fernández, que también hacía su debut en el coso pamplonés, afirmaba tras despachar a su primero: “Era rebrincado y llevaba la cara suelta, la verdad. Lo hemos visto todos. No era fácil, no ha terminado de coger vuelo la faena. El primer muletazo lo tomaba bien, pero al segundo se quería quedar. Es complicado torear con tanto ruido pero en el otro seguro que me hacen más caso”. Tras finiquitar al que cerró plaza, dijo: “Ha sido imposible, el toro no tenía clase ninguna y pegaba arreones. No venía a esto a Pamplona. No ha podido ser”.
