El Juli, tirando del toro sobre la mano zurda. (Foto: Vivas.)Al madrileño le roban la oreja de su primero tras una labor notable. Talavante dio una vuelta al ruedo tras torear bien al natural.
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A El Juli le robaron una oreja. Toda la plaza en pie pedía al presidente el merecido trofeo y éste, se negó por completo. Una injusticia, sobre todo por cómo estuvo Julián con el segundo toro de la tarde. No importó que el de El Ventorrillo se quedara corto en algunos muletazos, porque Juli le alargó la embestida, tirando muy del toro y llevándolo siempre muy gobernado y muy embebido en los vuelos de la muleta. La firmeza de plantas y su enorme seguridad y poderío, fueron otras de las claves. La estocada, made in Juli. En lo alto y tirándose como un jabato. Petición denegada y pitos al presidente.
El quinto no tuvo nada de clase y no dejó estar a gusto a El Juli, que esta vez no estuvo nada bien con los aceros.
Talavante dio una vuelta al ruedo y pudo llevarse algún trofeo si no llega a ser por la cruceta. Fue en su segundo, donde, tras un buen comienzo con la muleta, la faena bajó enteros, pero recobró otra vez el vuelo cuando se echó la franela a la zocata, por donde imprimió algunos naturales de trazo hondo y profundo, con esa particularidad que tiene el toreo con la zurda del extremeño. Mató bien, pero no cayó el toro y el descabello le privó de algún posible trofeo. Lo intentó con el sexto, pero el trasteo no tomó vuelo.
Manolo Sánchez estuvo algo frío y sin pasar la raya en su primero, un toro que manseó primero y no tuvo temple en la muleta. No acabó de acoplarse con el cuarto, un toro que tuvo bondad y nobleza.
Seis toros de El Ventorrillo, de distinto juego. Manolo Sánchez: Pitos y silencio; El Juli: Ovación tras petición y bronca al Palco, y silencio; Alejandro Talavante: Vuelta al ruedo y silencio. Entrada: Más de tres cuartos.
