Se conmemoró el vigésimo séptimo aniversario de la Plaza de Toros el Relicario de Puebla con una corrida nocturna y un interesante cartel, pero que desgraciadamente el pobre juego del encierro de Medina Ibarra impidió el lucimiento de los toreros. A excepción del cuarto toro, que fue el más noble y manejable, y que permitió a Juan José Padilla cortar la única oreja del festejo, la corrida de la ganadería hidrocálida fue en general deslucida y mansa.
Juan José Padilla recibió con dos largas cambiadas de rodillas al cuarto de la tarde, con el que también puso al público en pie en banderillas. Emotividad y humillación por el pitón derecho, condiciones que aprovechó para someter su embestida y ligar buenos derechazos. Después de un final de faena por molinetes de rodillas, dejó un pinchazo hondo y una estocada entera que le valió la oreja.
Muy dispuesto anduvo con su primero, al que trató de ligar los muletazos ante un toro que le costaba repetir. Faena de tesón y voluntad.
Arturo Saldívar sorteó el peor lote de la corrida que no le dejó posibilidad alguna ni de torear ni mucho menos de triunfar.
Sergio Flores destacó con el sexto, que tuvo movilidad. Corrió la mano derecha con gusto y hondura ante un toro venido muy a menos que no le dejó mayores posibilidades. Estocada caída. Ovación y salida al tercio para el torero tlaxcalteca.
Viernes, 30 de noviembre de 2015. Plaza de Toros El Relicario de Puebla. Seis toros de Medina Ibarra deslucidos en juego y presentación; destacó el noble cuarto. Juan José Padilla: Palmas tras aviso y oreja. Arturo Saldívar: Pitos tras escuchar dos avisos y silencio. Sergio Flores: Silencio tras escuchar un aviso y ovación. Incidencias: Los nombres de los toros fueron
