Los separatistas catalanes hacen leña del árbol del toreo, para quemarla en el fuego de su falso nacionalismo, que no es más que afán de poder y ambición de todo lo que ese poder da a quienes logran subirse al carro de la política ejecutiva. La ganadería de bravo vive momentos difíciles a causa del descaste casi generalizado de la misma, y para colmo, determinados programas televisivos de la entrepierna, se empeñan en mariconear el toreo. ¡Qué principio de siglo nos está tocando vivir, señor Curro Cúchares!…