Ponerse de perfil es tan negativo como darle la razón o, lo que es peor, abrazar la filosofía de los que quieren acabar con la Fiesta. Y eso es justamente lo que está haciendo la coalición que gobierna en Andalucía, ponerse de lado, no dar la cara para defender a los trabajadores que viven del entorno del toro de lidia, que no son sólo las figuras, sino los subalternos y quienes trabajan en las ganaderías y otros servicios. O eso parece, porque si no es así, cómo hay que entender que se apriete la soga que está asfixiando al mundo del toro exigiéndole metro y medio de distancia entre cada espectador y no se pida lo mismo en los conciertos que están teniendo lugar en la misma plaza, la de El Puerto de Santa María, que ha sido la que se está utilizando para satanizar las corridas de toros.
La gran contradicción, y lo que invita a pensar que los políticos que dicen defender la tauromaquia lo hacen con la boca pequeña, es que en el mismo escenario que Morante, Ponce y Aguado, respetando el aforo pero con el supuesto error de concentrarse más espectadores en un tendido de sombra, tres días después, para presenciar un concierto del afamado cantante Miguel Poveda, tal y como se ha podido ver en las imágenes que ha publicado el portal mundotoro.com, el mencionado palenque ofreciera aspecto de lleno total. Y antes habían actuado, ahí es nada, Bisbal o Los Secretos, entre otros famosos. De esos festejos ni redes, ni telediarios, han publicado fotos para mostrar que no se guardaba la distancia sanitaria. Y mucho menos de lo bien que lo han hecho sus responsables en el resto de plazas que ya se han dado toros. Se les ve el plumero.
Pero, con todo, lo que más duele es que la asociación empresarial ANOET, no solo no esté apoyando a la Fundación del Toro de Lidia con el ardor que ésta pone para defender a todas las tauromaquias, sino que con su egolatría propicie la validez de las teorías podemitas. Pobres mentes las suyas, de ceniza tibia.
