2010 ha supuesto un giro de ciento ochenta grados en la carrera de Rafael Rubio “Rafaelillo”. Por lo que se refiere a un mayor reconocimiento, a un mejor trato de las empresas y al haber alcanzado un nivel de madurez que le ha permitido afianzarse en el escalafón. Muestra de ello son sus actuaciones en Madrid, Bilbao o Murcia, sin olvidar las plazas francesas donde sigue gozando de un magnífico ambiente.
“Cuando me nombran las ganaderías que he matado se me pone el vello de punta. Trato que la presión no me pueda”
“Madrid ha sido clave. Llegar a torear tres tardes en San Isidro ya dice mucho. Han sido momentos irrepetibles”
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