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Ramos, adiós al toreo por la puerta grande

Padilla también toca pelo de un victorino de extrema calidad

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6º. El último fue el peor toro del festejo, reservón, complicado y deslucido. Una prenda. Estuvo con oficio Ferrera pero la faena careció de lucidez artística. SILENCIO.

5º. Extraordinario por clase y calidad fue el quinto, con una embestida acompasada y llena de ritmo además de profundidad. Un toro para disfrutar. La faena de Padilla tuvo dos capítulos, una primera parte con un toreo bueno, gustándose el jerezano y una segunda donde intentó conectar con el público con un toreo de recursos. Pinchazo y estocada. OREJA.

4º. José Ignacio Ramos mató el último toro de su carrera en activo con dignidad, cortando una oreja de mucho peso. Se enfrentó a un toro que pidió los papeles del valor y la profesionalidad y el burgalés se los enseñó sin girar la cara. Oficio y entrega frente a un victorino exigente y bravo. Soberbia la estocada. Tras la vuelta al ruedo, su primer apoderado El Serranillo le cortó la coleta. OREJA.

3º. El terecero fue otro toro exigente y nada fácil de Victorino Martín aunque el oficio, la capacidad y los recursos de Antonio Ferrera pudieron con el toro. Valiente el extremeño, fue ganando la acción en cada momento al toro. Estuvo mal con la espada. SILENCIO TRAS AVISO.

2º. Fue noble y bondadoso el segundo victorino de la tarde, que también cumplió en varas. Juan José Padilla lo entendió bien y lo toreó con mucha entrega sobre ambas manos. Mató de pinchazo y estocada. SILENCIO TRAS AVISO.

1º. No fue un toro fácil el primer victorino de la tarde, un ejemplar serio, bravo en varas y que tuvo movilidad en la muleta. Astado duro, reponiendo mucho entre los muletazos. José Ignacio Ramos, que se despide de los ruedos, estuvo con oficio y solvente con el toro. Mató de estocada tras un pinchazo. SILENCIO.

En el patio de caballos se le hizo entrega a José Ignacio Ramos de una placa conmemorativa. Tras finalizar el paseíllo se rindió homenaje a Santos Santos “El Serranillo”, que fue empresario de esta plaza durante ocho años.

Toros de Victorino Martín, bravos y exigentes 1º, 3º y 4º, buenos con calidad 2º y 5º. JOSÉ IGNACIO RAMOS: Silencio y oreja; JUAN JOSÉ PADILLA: Silencio tras aviso y oreja; ANTONIO FERRERA: Silencio tras aviso y silencio. Entrada: Un tercio