Gallardo, Ricardo, el de Fuente Ymbro, desborda felicidad, diría que lo he encontrado justamente exultante. Tiene motivos. Sus toros han encadenado una racha de triunfos apabullante, de las que compensan las tardes en las que se encabronan o dicen que no embisten y es que no, que también pasa por mucho que los hayas cuidado igual que a sus hermanos. Es el misterio cuasi indescifrable de la bravura. Así que se entiende su felicidad. Alegría de aficionado y amigo que comparto. Es lo que se necesita, toros que embistan. Y satisfacciones para la parte más doliente de la tauromaquia en este tiempo de dolores generalizados. Si no hay pasta que haya gloria y no hay gloria para nadie sin toros que embistan.
Este año lidiará treinta y siete festejos, ocho y medio en Madrid
En ningún caso, ni antes ni ahora, es fácil ni mucho menos frecuente celebrar triunfos ganaderos, así que cuando surgen hay que ponerlos en valor sin complejos. Este año Gallardo, Ricardo, había soltado ya toros y novillos de categoría, en Valencia, en Madrid, en Pamplona, La Brede, Tarazona de Aragón… pero no había alcanzado esa acumulación de satisfacciones de los últimos días. Lo del fin de semana ha sido fuerte, muy fuerte, tanto que acabó convertido en su Sábado de Gloria particular y si no abandonamos el símil litúrgico cabría decir que su particular Sábado de Gloria tiene novena como quedó demostrado en Lucena donde le indultaron otro ejemplar. Lidió en Albacete, plaza con crédito torista donde las haya; en Villacarrillo, en este caso una corrida de plaza de primera (empeño de las autoridades locales que han apostado por el toro hasta el punto de desbordar la lógica, porque ni era hasta ahora tierra de esa filosofía ni creo que haya compensación ad hoc para los toreros); y lidió en Calatayud, tierra aragonesa donde el toro también cuenta lo suyo. Tres corridas en un mismo día, cinco toreros por la puerta grande, catorce orejas cortadas, un rabo, una vuelta al ruedo, un toro indultado, dos si se cuenta el del domingo, y aún asegura el ganadero que hubo bravura para más. Otro dato que asombra son sus ocho tardes en Madrid, ocho y media me puntualiza, cuatro corridas, cuatro novilladas y tres novillos más. Muchas, le inquiero.
“Los indultados me han dado resultado, las mejores familias de casa vienen de toros indultados”
–A esas plazas es donde hay que ir, a Madrid, a Sevilla, a Pamplona… Así que si te las piden vas encantado. Faltaría más.
Ha sucedido en su año de exuberancia, tanta que al final de temporada, me cuenta Gallardo, habrá lidiado entre corridas y novilladas, treinta y siete festejos contando los de recortes, muchos de ellos en plazas de primera, lo que hace preguntarse de dónde saca tantos toros.
–Las cuentas son fáciles. Hemos sacado todos los cinqueños que quedaban, que son los del guarismo siete; todos los cuatreños del año, los del guarismo ocho; y hemos lidiado también de la camada que viene, la del guarismo nueve, que habían cumplido los cuatro años.
-El año que viene no habrá cinqueños de FY.
–Cero, ninguno.
-Esta temporada ha habido una corriente de opinión contraria a los cinqueños cuando históricamente los hemos valorado mucho. El toro de cinco años siempre había tenido mucho predicamento y se anunciaba como aliciente añadido.
–Muchos de los toros de este fin de semana han sido cinqueños, el indultado era cinqueño pero a mí me gustan más los cuatreños, aunque mira la feria de Pamplona, la cantidad de toros que han embestido este año y la mayoría eran cinqueños. Son opiniones. Victorino siempre dijo que le gustaban más los cinqueños pero yo si no es por una necesidad o por unas circunstancias como las de este año, los prefiero cuatreños.
-Un año más es un año más de riesgos de accidente, un año más de pienso que al precio que se ha puesto supongo que será cuestión que también contará.
–Imagina.
-¿Ha sido la primera vez que has lidiado tres corridas en un mismo día?
–La primera vez.
-Habrás agotado la camada, Los Romerales se habrán quedado limpios.
–Todavía no. El fin de semana que viene tenemos cinco corridas anunciadas. Guadalajara, Écija y Fuenlabrada, el sábado; y el domingo Nimes y novillada en Los Molinos. Luego quedarán los dos festejos de Madrid.
-Háblame de las últimas tardes.
-En Albacete hubo dos toros de vuelta al ruedo, a uno de ellos, el segundo, lo hubiese indultado; hubo también un toro complicado, el cuarto, que no tenía porqué pero se agrió el cabrón y me dio la tarde; hubo uno bueno, el tercero; y otros dos muy enclasados. Les ovacionaron a todos de salida. Por los sementales y sobre todo por las madres, todos tenían motivos para embestir, incluido el que se puso complicado. Además, la corrida tenía buenas hechuras. Tengo que decir que Juan Leal estuvo enorme.
“A mí me gustan más los cuatreños pero en Pamplona han embestido más toros que nunca y la mayoría eran cinqueños”
-Las crónicas destacan especialmente la corrida de Villacarrillo por el juego y por la presentación.
–Por lo de Villacarrillo me llegaron felicitaciones de todas partes.
-¿Tan fuerte era?
-Más aún. Uno, el 90, estuvo en Madrid, y otro, el 87, de sobrero en Pamplona toda la semana. Fueron los dos mejores de la corrida aunque embistieron prácticamente todos. Mira las crónicas y los comentarios de la televisión. ¿Qué por qué tan fuerte?… Existía el precedente de años anteriores en corridas de Victorino muy fuertes que habían caído bien y los organizadores han decidido coger ese camino. Si esa corrida la envío a Valencia, por ejemplo, se me cabrean los toreros.
-¿Te lo esperabas?
–Sí, pero del toro que más esperaba en Villacarrillo le dio un cólico por la mañana y hubo que quitarlo.
-Háblame de la de Calatayud, esta con indulto incluido.
–No estuve. Al acabar me llamó José Luis Moreno, el apoderado de Escribano, y me aseguró que el toro fue de indulto de verdad. Se llama Infortunado y tiene trapío de plaza de segunda. Ha habido problemas para reanimarlo pero se ha recuperado. Yo en este caso sí esperaba que fuese muy bueno. Ese toro es hijo de Embriagado y nieto del 133, Recitador, un semental básico en casa que da mucha clase, que lo indultó precisamente José Luis Moreno en Dos Torres.
-Los indultados siempre levantan polémica, siempre se acaba/acabamos diciendo que no fue para tanto, que se indulta por indultar, frecuentemente que son exagerados… Vosotros lleváis unos cuantos.
–Exactamente cuarenta y ocho desde que empecé como ganadero. A mí me está dando resultado. Las mejores familias vienen de toros indultados. El toro de Calatayud es un ejemplo, fue un gran toro de la reata de un indultado como te he dicho. Y te podría hablar de otros como Jazmín, de Hechicero, indultado en Guadalajara; de Jupío, que viene de un indultado en Garlin.
-El indultado de Lucena ya no fue en tu Sábado de Gloria.
–Pero también fue de Fuente Ymbro.
-Me sigue hablando del toro de Tarazona…
