El empresario y también apoderado Roberto Espinosa compartió con Dámaso González el primer año de su reparación tras darle la alternativa en Nimes a Manuel Caballero. Espinosa recibió la noticia con consternación y no duda en destacar del diestro manchego su calidad humana y su dimensión como figura de época. “Como torero Dámaso ha sido lo máximo, un figurón que muchas veces fue injustamente contestado pero ante el que todos han tenido que claudicar. Dámaso es el eslabón que abre una época, marca el camino del toreo cerca de los pitones, el toreo encimista. Él fue el primero en hacerlo, después vino el maestro de Sanlúcar, Paco Ojeda, que también engrandeció este toreo, pero es verdad que es a partir de Dámaso cuando se descubre el toreo entre los pitones con total dominio del toro. Y luego ese temple… El temple de Dámaso pasará a la historia”.
Como así lo recoge la historia del toreo, Dámaso González fue un torero muy valiente, honesto, honrado, cabal, poderoso. Siendo apoderado por Roberto Espinosa, recuerda cómo un día le espetó al diestro: “Dámaso, ¿tú pasas miedo?”, a lo que él respondió con total sinceridad: “Claro que sí”. Fíjate que él podía haberme dado otra respuesta porque la verdad es que yo lo veía como aficionado y como apoderado y pensaba que no tenía miedo por lo fácil y cómodo que parecía encontrarse entre los pitones del toro, tan cerca de ellos, pero en cambio, con sencillez y mucha verdad, aceptó que sí que pasaba miedo y… ¡nadie lo diría!”.
Espinosa tiene claro que Dámaso González ha sido un grande del toreo dentro y fuera de él y lo afirma con claridad: “El año que lo apoderamos Patón, Casas y yo, estuve muy a gusto porque era muy buena persona. Era muy modesto, como siempre lo fueron las grandes figuras, y la verdad es que estoy muy entristecido. Mando un fuerte abrazo a la familia y lo siento de corazón. La noticia me deja muy consternado porque lo admiraba como torero y lo respetaba como persona”.
