SEMANA GRANDE

Roca Rey, tres orejas, imparable en San Sebastián

Gran tarde del peruano que triunfa en el mano a mano con Enrique Ponce, que cuaja una importante faena premiada con un trofeo tras fallar con la espada
Libertad Rodríguez
martes 14 de agosto de 2018

Fotos: ANDRÉ VIARD

Al primero de la tarde lo recibió Enrique Ponce con gusto a la verónica. Roca Rey no dejó pasar su oportunidad y aprovechó para cuajar un gran quite por chicuelinas, ajustadas y muy templadas. El valenciano, que brindó a Juan Carlos I, logró momentos en los que imprimió regusto, clase y elegancia a los muletazos. Hubo torería, llegando a conectar con los tendidos. Mató de una estocada caída que necesitó de un golpe de descabello. La petición de oreja no fue atendida por el palco.

De mucha alzada y volumen el grandón tercero, fue un animal deslucido, complicado y que desarrolló peligro. Agarrado al piso, soltaba siempre la cara y le costó desplazarse. Enrique Ponce trató de dejarle la muleta siempre puesta, pulseando las embestidas y aguantando tarascadas. En una de ellas, salió tropezado, cayendo a merced del toro que no hizo por él. Esfuerzo y compromiso importante del valenciano, que fue reconocido con una ovación.

Arrebatado salió Enrique Ponce en su última bala de la tarde después de la actuación de Roca Rey. Ya en el recibo capotero, el valenciano se gustó a la verónica a pies juntos y el toro de Victoriano del Río mostró su calidad. No perdonó el quite, no lo hizo en ningún toro, Roca Rey. Sensacional actuación del torero de Chiva, desde la apertura genuflexa, profunda y torera, hasta los adornos finales. Menos la espada, todo le funcionó a Ponce, que toreó a placer. Especialmente al natural, por donde los muletazos surgieron templados, largos, de bello trazo. Gusto, expresión, naturalidad y personalidad de Ponce, que cerró la faena con sus clásicas poncinas. Pinchó en el primer encuentro antes de cobrar una estocada. Tardó en doblar el toro. Cayó la oreja.

ROCA REY, ROTUNDO

El segundo se dio un duro topetazo con el peto, saliendo lesionado del trance en la mano derecha. Asomó el pañuelo verde y en su lugar corrió turno, lidiándose el previsto como sexto. Fue este un toro complicado, reservón, de embestidas bruscas y falto de ritmo. Roca Rey dio una gran dimensión. Firmeza, valor, autoridad, determinación, entrega… todo eso y más puso el peruano, que en la corta distancia avasalló al toro a base de mando y poder. Pisó terrenos comprometidos con aplastante dominio y superioridad. Mató de una estocada caída y fue premiado con una oreja.

Frente al cuarto firmó una faena de gran intensidad desde el comienzo. El peruano se puso en los mismos medios de rodillas, iniciando la faena con un cambiado por la espalda, que encogió los corazones del respetable, y tres muletazos sobre la diestra de hinojos a cada cual más encajado y templado. Explosivo el arranque. Labor de más a más, ligada sobre ambos pitones ante un toro que tuvo calidad y nobleza en sus embestidas. Se volvió a arrimar en el tramo final de un trasteo en el que también hubo lugar a la improvisación. Ajustadas las manoletinas finales y contudencia con la espada. Dos orejas.

Cerró plaza un toro que tuvo las virtudes de la humillación y la calidad, sin embargo acabó rajándose y viniéndose a menos. Roca Rey, en una labor de más a menos por la condición del toro, anduvo fácil, ligando muletazos de trazo largo y mano baja, sobre todo sobre la derecha, hasta que el toro bajó la persiana. A partir de ahí fue un intento constante del peruano en tratar de que la actuación tomara vuelo. Le buscó las vueltas en busca de redondear su triunfo. Una estocada contraria, un golpe de descabello y una atronadora ovación de despedida mientras se lo llevaban en volandas.

San Sebastián, martes 14 de agosto de 2018. Toros de Victoriano del Río (6º bis) y Toros de Cortés (1º). Bien aunque desigualmente presentados. De variado juego, destacando los jugados en cuarto y quinto lugar, buenos. Enrique Ponce, ovación con saludos tras fuerte petición, ovación con saludos y oreja tras aviso; Roca Rey, oreja, dos orejas y ovación con saludos. Entrada: Algo más de tres cuartos de plaza. Saludó en banderillas en el segundo de la tarde Iván García y Juan José Domínguez en el sexto. Presenciaron el festejo Su Majestad el Rey Juan Carlos I y Doña Elena de Borbón. Cayetano causó baja a última hora debido a una lesión.

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